De momento Uber queda excluido para operar en Vancouver

El PTB exigió a Uber cobrar un mínimo de 75 dólares por viaje (como se aplica a las limusinas), independientemente de la distancia recorrida o la duración.

De momento Uber queda excluido para operar en Vancouver (Canadá)

De momento Uber queda excluido para operar en Vancouver (Canadá)

Las protestas en París y Londres y una prohibición total en Alemania se han completado con la legislación de Barcelona anunciando multas de hasta 18.000 euros por realizar transporte ilegal.

Uber también ha sido prohibido en Nueva Orleans, Miami y Bruselas.

En Canadá, las versiones modificadas de Uber se han arraigado en Toronto, Montreal y Halifax, y la compañía se reunió recientemente con la ciudad de Edmonton.

Pero este fin de semana en Ottawa, dos conductores sin licencia fueron acusados de conducir un taxi sin licencia y se enfrentan a multas de 650 dólares, además, es posible que se les acuse de algún cargo más relacionado con los derechos de los trabajadores.

La semana pasada, Uber apareció frente al Ayuntamiento de Vancouver, donde el portavoz Chris Scafer hizo un llamamiento para que permitiesen operar a la compañía.

También estuvieron presentes los sindicatos de taxistas para protestar por la intrusión de Uber.

En las ciudades donde opera Uber, los operadores de taxis han reportado pérdidas de ingresos de hasta el 60 por ciento, mientras que el 20 por ciento de cada tarifa termina en las arcas de Uber en California.

Después de escuchar el discurso de Uber, el concejo municipal de Vancouver votó el 1 de octubre para retrasar la entrada de Uber durante al menos seis meses mientras analiza el impacto que podría tener en la industria del taxi.

El legislador Passenger Transportation Board  (PTB), exigió a Uber cobrar un mínimo de 75 dólares por viaje (como se aplica a las limusinas), independientemente de la distancia recorrida o la duración.

Mientras los defensores argumentan el capitalismo de libre mercado, los críticos advierten sobre un salvaje oeste sin licencia donde los pasajeros están a merced de conductores potencialmente peligrosos y precios no medidos determinados por la oferta y la demanda.