El sector del taxi en Barcelona amenaza con movilizaciones si no recibe ayudas

El portavoz de Elite Taxi, Tito Álvarez, reclama que la reducción de la flota deje de ser una recomendación y se regule por ley

El sector del taxi en Barcelona amenaza con movilizaciones si no recibe ayudas

El sector del taxi en Barcelona amenaza con movilizaciones si no recibe ayudas

El portavoz de Elite Taxi y coordinador de Taxi Project 2.0, Tito Álvarez, alerta de la grave situación económica que sufren los taxistas por la reducción de clientes que ha conllevado la crisis del coronavirus.

Asegura que están «desesperados» y avisa de que, si no reciben ayudas de las administraciones, volverán a movilizarse.

Ambas reclamaciones principales son: ayudas económicas para hacer frente al fin de la moratoria de los bancos para los pagos de créditos y la regulación, por ley, de la flota diaria de taxis.

Desde que comenzó la pandemia, las entidades bancarias dieron una moratoria de seis meses a los taxistas para pagar los préstamos que habían pedido para la compra de vehículos o licencias.

Ahora, este medio año de gracia ha terminado y los taxistas piden al Gobierno algún tipo de ayuda para poder salir adelante.

Álvarez asegura que, aunque hay algunas ayudas que pueden solicitar, las trabas burocráticas están haciendo que la mayoría de profesionales no puedan acceder.

Reducir la flota de taxis por ley

La otra gran reclamación de los taxistas es que se reduzca por ley la flota diaria de vehículos que pueden trabajar.

Aseguran que reducir el número de taxis en la calle es la única manera de poder trabajar y tener ingresos.

En agosto, esta regulación la acordaron los mismos taxistas y desde septiembre es sólo una recomendación.

Según Álvarez, para que la medida tenga fuerza legal hay dos vías. La más rápida es que el Procicat dé la orden a las administraciones locales, por razones sanitarias, de limitar el número de vehículos que pueden circular.

El portavoz de Elite Taxi asegura que ya lo han pedido a la Generalitat, pero que el gobierno catalán no les ha dado ninguna respuesta.

La otra vía, más lenta, es hacer un cambio de regulación desde el Instituto Metropolitano del Taxi, una solución que tendría que pasar por el Pleno Municipal y que, según Álvarez, se podría alargar entre tres y cinco meses.

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