Taxi Project 2.0 informa sobre el engaño mediático y político

Taxi Project 2.0 informa sobre el engaño mediático y político

Taxi Project 2.0 informa sobre el engaño mediático y político

La principal razón de ser de Taxi Project es la defensa de los derechos de la gente en frente de aquellos que los amenazan, en especial de aquellos que pretenden privarnos de un horizonte laboral y social digno.

En el actual contexto de uberización, entiéndase como el predominio de grandes empresas, a menudo con alto componente digital, que rehúyen sus responsabilidades como son, aborales, fiscales y de privacidad de trabajadores y consumidores.

El sector del Taxi, y su lucha contra la intrusión ilegal de actores como Uber, Cabify y similares, desempeña un papel crucial en el devenir de los derechos afectados por esta uberización.

El sector del taxi lleva años soportando el gran engaño mediático y político de ser llamados monopolio privado o sector privado con privilegios.

Lo hemos visto, escuchado o leído una y otra vez durante los últimos años por parte de muchos medios, políticos, autoridades, agencias de la competencia y las propias corporaciones interesadas en expandir su gran engaño.

Este gran engaño es la base que justifica todas las “argumentaciones”, que acaba utilizando la parte de la clase política favorable a estas grandes empresas en el ámbito de la opinión pública y también en el propio espacio parlamentario, para después proponer legislaciones cada vez más hostiles, liberalizadoras y peligrosas para el sector del Taxi.

Tristemente, en los últimos tiempos incluso parte del sector ha adoptado enfoques que van claramente en esta dirección, y por supuesto en contra de la mayoría de taxistas así como de la mayoría social en todo el estado.

El sector del Taxi no puede aceptar este engaño ni rendirse

Ningún taxista debería aceptarlo ya que sería asumir este asalto a los derechos de la ciudadanía, en el cual a ese sector le ha tocado ser parte involucrada y activa.

El Taxi forma parte de los sistemas de movilidad y transporte, tanto en el ámbito urbano como en el interurbano, cuya naturaleza compleja e integral, y su carácter de bien común requieren de un enfoque y planificación públicos y democráticos (es por esta razón que en su artículo 73, el Tratado de la Unión Europea exime a los estados de las estrictas normas que prohíben las ayudas estatales en favor de la competencia de mercado cuando se trata del ámbito del transporte).

En consonancia con el Tratado, existen ya ejemplos suficientes, especialmente en EE.UU. donde Uber ha penetrado con más fuerza, de que considerar la movilidad como un mero mercado, cuyo mejor funcionamiento requiere de la desregulación que facilite que haya cuantos más vehículos mejor es un enfoque erróneo y ya fracasado, que ha llevado a ciudades como Nueva York y San Francisco al colapso de su movilidad.

Es por esa razón que, como el resto del transporte urbano, el taxi es considerado un servicio de interés general (ver la sentencia del TS 921/2018), dado que ofrece un bien común que debe estar gestionado, y por tanto fuertemente regulado, por la administración.

Ésta debe garantizar la movilidad, la fluidez y seguridad del transporte motorizado, el uso no abusivo del espacio público, la seguridad de los viandantes, la calidad del aire, la limitación de la contaminación sonora y la viabilidad del propio sector del Taxi atendiendo a su naturaleza de servicio público.

Estas son cosas que el mercado no puede ni quiere garantizar

A tenor de todos estos factores, existe una necesidad de reglamentación, planificación e intervención, para que el sector del Taxi encaje en un sistema más amplio de garantías de derechos y acceso a bienes para la ciudadanía y también para proteger esos bienes comunes afectados por las externalizaciones del transporte motorizado.

Por todas estas razones ha de existir una limitación de vehículos ofreciendo servicio de transporte, tanto en el espacio urbano como en el interurbano, y a partir de esa necesaria limitación se ha de garantizar que su número no sea vulnerado, ni crezca, si no es por razones objetivas coherentes con lo anterior.

Entendemos que esta es la realidad y este es el camino en el que hemos de progresar, pero que no nos sigan engañando más, no es solo al Taxi a quién intentan engañar, es a toda la ciudadanía. Es por esto que no vamos a permitir que este ataque a nuestros derechos avance.