Un taxista sobrevive a un violento asalto con cuchillo en A Coruña
A CORUÑA. 01 Abr. (Noticias del Taxi) – Las reacciones ante el peligro son impredecibles, y un taxista de A Coruña, vivió esta realidad en la madrugada del sábado al domingo. Todo comenzó en la parada de Matogrande, cuando un pasajero solicitó un viaje a Betanzos.
El taxista le informó de que, por protocolo, debía pagar antes de iniciar el trayecto, pero el cliente se negó y, en cuestión de segundos, la situación se tornó violenta cuando el hombre sacó un cuchillo y se lo puso en el cuello.
«Le expliqué que soy asalariado y que en trayectos largos necesito el pago por adelantado, pero insistía en que me pagaría al llegar», relató Manuel en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz. Tras negarse en reiteradas ocasiones, el agresor pareció desistir y amagar con salir del vehículo, pero aprovechó un descuido del taxista para inmovilizarlo y amenazarlo con un arma blanca.
Reacción instintiva y forcejeo
En una fracción de segundo, Manuel actuó por reflejo y se defendió. «Cuando se acercó demasiado con el cuchillo, vi la oportunidad y le propiné un cabezazo hacia atrás, lo que me permitió zafarme», explicó.
Al lograr salir del taxi, pensó que el agresor escaparía, pero en su lugar lo enfrentó nuevamente y le lanzó una cuchillada al costado. «Tuve suerte de que llevaba puesta la chaqueta, porque la hoja solo la cortó y no me alcanzó», relató Manuel. En un intento desesperado por conseguir dinero, el atacante se metió en el coche a buscar efectivo, pero Manuel, impulsado por la adrenalina, lo golpeó repetidamente hasta que una voz en la calle gritó: «¡Para, para, que lo matas!». En ese momento, el agresor huyó en dirección al barrio de las Flores, dejando el cuchillo abandonado en una rotonda.
Rápida intervención de la policía
Pocos minutos después, agentes de la Policía Local y Nacional llegaron al lugar. «Me mostraron imágenes de posibles sospechosos, pero ninguno coincidía», detalló el taxista.
Tras recibir asistencia en la Casa del Mar, donde le suturaron una herida en la barbilla, Manuel acudió a la comisaría para interponer la denuncia.
«Nunca imaginé vivir algo así»
«Llevo años en este oficio y jamás había experimentado una situación tan extrema», confesó. Durante el ataque, no pensó en el riesgo que corría, simplemente reaccionó por instinto. «Solo cuando lo piensas en frío te das cuenta de lo peligroso que fue. Pero, por suerte, todo quedó en un susto», afirmó con la voz aún afectada.
Finalmente, reflexionó sobre su reacción. «Podría haber optado por no resistirme y darle el dinero, pero ni siquiera lo pensé. Todo ocurrió en cuestión de segundos. Ni siquiera me dio tiempo a presionar el botón de emergencia del taxi», concluyó, esperando que ningún compañero tenga que pasar por algo similar.
