Los taxistas de Oviedo buscan soluciones ante la caída de la producción

Algunos profesionales reclaman volver a los descansos alternos, aunque se sopesan otras medidas

Los taxistas de Oviedo buscan soluciones ante la caída de la producción

Los taxistas de Oviedo buscan soluciones ante la caída de la producción

Después del nefasto verano, en el que bajó la actividad de forma brutal, el sector del taxi de Oviedo se ve abocado a tomar medidas para garantizar un mínimo de ingresos, o lo que es lo mismo, repartir la miseria en una actividad que depende del ocio, la hostelería y el comercio, especialmente limitados con el confinamiento.

Hoy se reúnen la Asociación y la Federación del Taxi para acordar alguna solución.

Sobre la mesa está la posibilidad de volver a los descansos alternos, como ya se hizo en meses pasados, pero hay otras posibilidades, como los descansos de dos tercios o los descansos en fin de semana.

Un grupo de taxistas ovetenses ha presentado firmas a favor de la primera opción, que ya se puso en práctica durante el primer estado de alarma, es que se dictó entre marzo y junio.

Lo que está claro es que «el trabajo está muy bajo», especialmente con el confinamiento de las tres principales ciudades asturianas, como indica José Antonio Suárez, presidente de la emisora Radio Taxi Oviedo Principado.

«Estamos bajo mínimos. El ocio no existe y han caído en picado las carreras por la tarde y por la noche.

Se mantiene aún algo por la mañana, con la actividad escolar, pero dependemos sobre todo de la actividad hostelera y esa se está reduciendo cada vez más».

El pasado verano, los taxistas lo sintieron especialmente, ya que la gente no se tomó vacaciones, lo que solía permitirles numerosas carreras. Fue al parecer el peor mes de julio de la historia para el taxi ovetense, con una caída de las carreras del 30 por ciento.

Ángel Ramírez, un taxista de Oviedo, se mostró partidario de volver a los descansos en días alternos, dado que no hay trabajo para todos, y de esa forma se reparte el que hay de forma equitativa. El taxista admitió que la situación está muy mal para el sector, «igual que para la hostelería».

Durante el estado de alarma dictado el pasado mes de marzo, la actividad del taxi se vio reducida a la mitad. Los coches salían en días alternos en función del número de licencia (par o impar) y los ingresos cayeron hasta en un ochenta por ciento.

El sector ha hecho un gran esfuerzo por mantener las medidas higiénicas y garantizar la salud de sus clientes y de sus propios profesionales.

Después de cada carrera, los taxistas desinfectan los vehículos y periódicamente los vehículos son sometidos a una limpieza con ozono.

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