Cabify comienza a operar en el aeropuerto de Santiago, pero ¿Qué pasa con los taxistas?
SANTIAGO DE CHILE. 02 May. (Noticias del Taxi) – A partir de este mes de mayo, la empresa Cabify comenzará a operar oficialmente en el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez de Santiago de Chile, tras ganar la licitación correspondiente.
Esta decisión ha generado preocupación en el sector del taxi, que lleva años operando dentro de un marco regulado y con condiciones de competencia claras, mientras que empresas como Cabify siguen siendo cuestionadas por su falta de regulación adecuada y el impacto negativo en el mercado local.
¿Una opción beneficiosa o una amenaza para los taxistas?
El servicio que ofrecerá Cabify será exclusivamente a través de vehículos tipo van o minibuses compartidos, lo que representa una competencia directa para el sector del taxi, ya que estos vehículos ofrecerán tarifas similares, pero sin cumplir con las mismas exigencias de seguridad, licencias o regulación que los taxis tradicionales.
Los taxistas, que están sujetos a estrictos controles, se enfrentan a una competencia desleal por parte de una empresa que sigue operando en un limbo legal en muchos aspectos, lo que genera injusticias en el mercado.
¿Qué significa esto para los usuarios y los taxistas?
Aunque Cabify promete ofrecer una «experiencia superior» a sus clientes, con precios similares a los de un taxi, la realidad es que estas plataformas no cuentan con las mismas garantías de seguridad ni las normas de control que sí tienen los taxis tradicionales, como la capacitación de los conductores y las revisiones de los vehículos. Esto pone en riesgo la seguridad de los usuarios y, además, desvaloriza el esfuerzo de los taxistas que cumplen con todas las regulaciones y pagan impuestos para garantizar un servicio seguro y confiable.
La inversión de Cabify: ¿realmente beneficia a la comunidad?
Cabify ha invertido más de 25 millones de euros en esta operación, pero no está claro cómo esta inversión beneficia realmente a la economía local o al bienestar de los trabajadores del transporte. Mientras los taxistas luchan por obtener mejoras en sus condiciones laborales, las grandes empresas como Cabify continúan operando sin contribuir al desarrollo del sector y sin cumplir con los estándares establecidos para el transporte público.
Competencia desleal: las demandas por competencia desleal no son gratuitas
Después de que Cabify ganara la licitación, Transvip, una de las compañías que competía por el contrato, presentó una demanda por competencia desleal contra la empresa, un gesto que resalta las prácticas cuestionables que rodean a estas plataformas. Además, la falta de regulación clara para empresas como Cabify sigue siendo un problema que afecta tanto a los taxistas como a los usuarios, ya que estas plataformas eluden las responsabilidades que sí cumplen los taxis tradicionales.
La ‘Ley Uber’ y su impacto en el mercado del transporte
La reciente Ley Uber, aprobada en 2024, pretende regular la actividad de plataformas como Uber, Cabify y Didi. Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿por qué permitir que operen estas empresas sin la misma regulación que los taxis? Los taxistas llevan años cumpliendo con las exigencias legales, como la capacitación y el registro de vehículos, mientras que Cabify y otras plataformas continúan esquivando estas regulaciones.
Esto crea un mercado desequilibrado y una competencia desleal, donde los taxistas, que cumplen con todas las normas, se ven en desventaja frente a compañías que solo buscan maximizar sus ganancias.