El sindicato de taxistas de Cancún, Andrés Quintana Roo, firma un convenio con Uber en contra del sector del taxi
Rubén Carrillo, secretario electo del Sindicato de Taxistas Andrés Quintana Roo, desde el pasado 25 de noviembre, se ha pasado al bando contrario. Tras firmar un acuerdo de colaboración con la empresa de transportes Uber, los taxistas ya lo apuntan como «una traición al sector del taxi en Cancún».
Carrillo tomará posesión de su cargo en el sindicato el próximo 1 de enero de 2024 y en sus primeras declaraciones enfatizó la necesidad de unidad y trabajo conjunto para el sindicato de taxistas. Aseguró que buscaría resultados tangibles que beneficien tanto a los socios concesionarios como a los choferes.
Heriberto Núñez, Secretario General del sindicato y Nicolás Sánchez, director de política pública de Uber México, dieron a conocer el pacto inicia las operaciones de Uber en Cancún.
La empresa de transportes, que trabaja realizando competencia desleal al taxi, ya lleva un tiempo con la misma estrategia en todo el mundo: captar a taxistas para que instalen su aplicación y de esta manera, poder llevarse hasta un 15% de la recaudación del taxista sin invertir absolutamente nada. Además, la negativa de los principales gobiernos de todo el mundo a permitir que Uber trabaje ilegalmente a puesto contra las cuerdas a la compañía, que ahora intenta que sus números rojos pasen a ‘naranjas’.
Las asquerosas verdades que Uber no quiere que sepas
El sindicato de taxistas Andrés Quintana Roo cuenta con 8.600 unidades y habrá que esperar unos días para ver cuantos de los profesionales del volante se dan de baja tras el acuerdo alcanzado con Uber.
Cabe recordar, que ya hace dos años que Uber entró en la ciudad de Barcelona para trabajar con los taxistas, y a día de hoy, solamente hay 202 taxistas adheridos a la aplicación, de los 10.521 taxis que hay en el Área Metropolitana de Barcelona. Incluso algunos de los taxistas que se han unido a Uber en Barcelona, ha sido expulsados de los sindicatos y asociaciones. Lo mismo ha pasado en otras ciudades como Londres, París o Roma, donde Uber no ha sido bienvenida.
