La Federación Vasca del Taxi rechaza unirse a la protesta convocada en Bilbao

La FVT critica que la movilización “no aporta soluciones” y confirma que el servicio funcionará con normalidad el 8 de septiembre

La Federación Vasca del Taxi rechaza unirse a la protesta convocada en Bilbao

La Federación Vasca del Taxi se desmarca de la protesta de UPTA en Bilbao

BILBAO. 05 Sep. (Noticias del Taxi) – La Federación Vasca del Taxi (FVT), principal representante del sector en Euskadi, ha anunciado que no participará en la protesta convocada por UPTA el próximo 8 de septiembre en Bilbao. Según un comunicado emitido, ni la federación ni las asociaciones que la integran consideran útil esta movilización.

Alegan que no cuenta con respaldo estatal, que no aporta soluciones reales y que los planteamientos de UPTA ya se han trasladado a la administración mediante cartas, informes jurídicos y reuniones previas.

Malestar en el sector, pero apuesta por la vía legal

La FVT reconoce el descontento de los taxistas ante el incumplimiento de la normativa por parte de las plataformas VTC, aunque recuerda que todavía está vigente la moratoria del Real Decreto-ley 13/2018, que permite a estos vehículos operar en entornos urbanos. Esta prórroga finaliza en nueve meses, y la federación sostiene que será entonces cuando deba darse un paso firme.

Estrategia frente a las infracciones

Mientras tanto, la FVT asegura estar trabajando en un plan jurídico y administrativo para exigir que las policías locales intensifiquen las inspecciones. El propósito es evitar que las irregularidades de las plataformas se normalicen por la inacción institucional. “No podemos mirar hacia otro lado”, advierte la organización, que insiste en la necesidad de actuar de manera estratégica e inteligente hasta la finalización de la moratoria.

Servicio normal el día de la protesta

Por todo ello, la federación confirma que el próximo 8 de septiembre el servicio de taxi en Euskadi funcionará con normalidad. Subraya además que la mejor defensa del sector pasa por la unidad, el rigor legal y la presión institucional, y no por movilizaciones que, a su juicio, carecen de recorrido y de eficacia real.