Vigo defiende su modelo de taxi ante el intento de entrada de Uber
VIGO. 16 May. (Noticias del Taxi) – La reciente maniobra de Uber para instalarse en Vigo ha provocado una fuerte reacción en el sector del taxi, que considera esta propuesta una agresión directa a su modelo de servicio público. La plataforma estadounidense, que intentó contactar al Concello mediante un correo electrónico ignorado por las autoridades, busca ampliar su presencia en Galicia, pero choca con una legislación autonómica clara que restringe a los vehículos VTC a trayectos interurbanos.
En una ciudad donde el taxi ha demostrado eficiencia, compromiso y cercanía, la llegada de Uber se percibe como una amenaza injusta, avalada únicamente por los intereses privados de una multinacional.
El correo silencioso de Uber que enciende las alarmas
Uber pretende alterar el equilibrio de un sistema que funciona y es reconocido por su valor social. Su propuesta de modificar la ordenanza municipal para poder operar en el entorno urbano ha sido recibida con silencio institucional pero alarma sectorial. El alcalde Abel Caballero, firme en su respaldo al taxi, dejó clara su postura: “Aquí hay taxis y funcionan bien”. Una frase que, más allá de lo político, refleja una realidad palpable para los vecinos de Vigo.
La ley gallega impide expresamente que los VTC realicen servicios dentro del municipio, lo que bloquea legalmente la expansión de Uber. Pero incluso sin ese permiso, la sola mención de su llegada ya ha desatado una ola de preocupación entre los profesionales del taxi, que denuncian una posible competencia desleal basada en ventajas fiscales, tecnológicas y operativas que no respetan las mismas obligaciones que ellos sí cumplen día a día.
El taxi en Vigo, un servicio público con rostro humano
En Vigo, el taxi no es solo un negocio, es una vocación de servicio. Regulado por el Concello, con tarifas oficiales y atención especializada, el taxi ofrece una cobertura que Uber no puede igualar. Personas con movilidad reducida, trayectos a centros médicos, atención personalizada… todo forma parte del compromiso diario de los taxistas con su comunidad.
Emilio Mosquera, presidente de la Cooperativa de Autotaxis Provincial, lo resume así: “La normativa no permite a Uber operar aquí, y el alcalde nos respalda. La movilidad de Vigo ya está garantizada por taxis y autobuses”. Estas palabras reflejan un consenso unánime dentro del gremio: la llegada de Uber no es necesaria ni bienvenida.
Voces del volante contra un modelo depredador
Los testimonios de los propios taxistas son contundentes. Luis, con 25 años al servicio de la ciudad, subraya la diferencia clave: “Nosotros ayudamos a las personas, Uber ayuda a sus accionistas”. El modelo de la plataforma prioriza el beneficio económico, no el bienestar ciudadano.
Pablo, con tres años en el sector, lo expresa con claridad: “Vigo no necesita más vehículos, necesita proteger los que ya tiene. Somos suficientes, estamos disponibles, conocemos la ciudad, y no jugamos con algoritmos”.
Manuel, con 30 años de experiencia, denuncia que Uber evade parte de sus responsabilidades fiscales y solo acepta trayectos rentables: “Ellos eligen; nosotros atendemos a todos”. Y Pedro, con más de dos décadas en el volante, lanza una advertencia: “Ya somos muchos para repartir un pastel cada vez más pequeño. Si entra Uber, el sistema se rompe”.
Un modelo social frente a un negocio global
La posible entrada de Uber en Vigo no es solo una cuestión de movilidad, sino de modelo de ciudad. Por un lado, un sistema público, cercano y regulado, con profesionales que responden con humanidad a cada llamada. Por otro, una empresa multinacional que prioriza el beneficio económico sobre el servicio, utilizando su estructura para competir con ventajas injustas frente a quienes cumplen con todas las normativas.
En este conflicto, Vigo se juega mucho más que un debate de transporte: se enfrenta a la disyuntiva de elegir entre la economía local o las grandes plataformas, entre el servicio público o la desregulación encubierta. Por ahora, el Concello parece tener claro de qué lado está.