Los taxistas de Barcelona avisan: Las movilizaciones van a ser duras

Los taxistas de Barcelona avisan: Las movilizaciones van a ser duras

Los taxistas de Barcelona avisan: Las movilizaciones van a ser duras

Mientras a durado el estado de alarma, los taxis del área metropolitana de Barcelona han estado regulados con una reducción de la flota en las calles.

Desde la semana pasada que se entró en la «nueva normalidad», la flota se amplió hasta el 60%, lo que significa que hay cada día en las calles de Barcelona 6.000 taxis.

La situación es insostenible, según nos comenta el portavoz de Taxi Project, Tito Álvarez:

«Durante el estado de alarma hemos tenido una regulación donde el mismo decreto daba un paraguas jurídico al AMB para regularnos, pero al terminar el estado de alarma no hay regulación. Hay mucha oferta y no hay clientes».

También en Madrid hoy ha habido movilizaciones para reclamar protección al sector.

Los taxistas de Barcelona afirman que, si no hay solución a la situación que se está viviendo, habrá movilizaciones y, van a ser duras.

Según el Instituto Metropolitano del Taxi, a partir del próximo lunes, aún se ampliará más la flota, con lo que habrá circulando en vacío 7.000 taxis en Barcelona.

Y el problema se agrava, si a la falta de turistas sumamos la falta de regulación de los vehículos de Cabify, que incumplen sistemáticamente la ley.

Sobre esta problemática, Tito Álvarez añade:

«La problemática viene por dos motivos: falta de control e incumplimiento de compromisos que tuvieron en enero con nosotros. Tenemos a las VTC de Cabify paradas por todas las esquinas de la ciudad y nadie las sanciona». «Además, Cabify sigue operando mediante las reservas de su aplicación incumpliendo sistemáticamente la normativa».

Añaden que para ellos el asunto está, en gran parte, en manos de la Generalitat, al tener las competencias transferidas:

«La máxima autoridad, que es la Generalitat, no puede tener a 8.000 taxis dando vueltas por la calle, con el riesgo que supone. Si no se remedia antes del lunes, se nos acaba el margen de diálogo».

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