Lucha del taxi en Madrid: «Ángel Garrido, no queremos sus agradecimientos, mientras le da un contrato público a Uber»
«No podemos seguir viviendo de rodillas, el 30 de julio, concentración de taxistas ante el Ayuntamiento de Madrid»
Este es el lema preparado para la convocatoria de protesta del taxi de Madrid el próximo día 30 de junio.
La manifestación prevista para el pasado jueves día 25 tuvo que aplazarse debido a que la Delegación del Gobierno no permitió la movilización para ese día.
En el dilema de si es o no el momento de una concentración de este tipo, hay diversas opiniones, pero la taxista de Madrid, Mariluz, del Grupo de Presión Taxi Project 2.0 lo tiene claro:
«Muchos, argumentan que no es el momento, pues a mí me gustaría que me contestaran: ¿Cuándo creéis que es el momento? Porque cuando con tu trabajo no puedes mantenerte con dignidad creo que es justo el momento para reclamar tus derechos.
¿O esperamos mejor a morirnos de hambre sin luchar? ¿Seguimos mendigando por las paradas entonces? Me gustaría que alguno de los que sostienen esa postura me diera la fecha ideal para protestar, la perfecta, la exacta».
El taxi de Madrid lleva demasiado tiempo soportando el maltrato del Gobierno de la comunidad y del Ayuntamiento.
«Yo me permitiría el lujo de llevar las cartas y las pegatinas de agradecimiento que nos ha enviado a todas y todos los taxistas el Señor Ángel Garrido y depositarlas todas juntas en un saco de basura para devolvérselas… y de paso aprovecharía para explicar a la opinión pública que a mientras a nosotras y nosotros, taxistas nos dan una pegatina a Uber que se lleva el dinero a un paraíso fiscal, le da un contrato público».
El «regulador» Ángel Garrido
La Comunidad de Madrid lleva dos años sin cumplir con su obligación establecida en el decreto ley 13/2018, que tiene que establecer las condiciones de pre contratación, la solicitud de servicios, los recorridos mínimos, o las especificaciones técnicas del vehículo.
Durante todo este tiempo la Comunidad se ha negado a aplicar la normativa y sigue planteando una convivencia entre iguales, entre VTC y Taxi, cuando la legislación no la establece.
Ángel Garrido, de forma embustera e hipócrita ha querido siempre culpar al Gobierno que ya dictó el marco normativo y que debe aplicar.
La normativa y el Tribunal Supremo ha ratificado que debería haber una VTC por cada 30 taxis, algo que no está regulado, como sí sucede en otras comunidades autónomas que siguen el marco estatal fijado por el decreto del gobierno.
Garrido se autoproclama defensor de la unidad de España, pero llevan meses incumpliendo sus obligaciones constitucionales y ahora están dispuestos a quebrantar el marco regulatorio estatal, mientras ofrece un contrato público a la empresa ilegal Uber.
Borja Carabante, concejal de movilidad
Los taxistas madrileños no están dispuestos a soportar más esta situación:
«Yo iré y ni agacharé la cabeza ni me arrodillaré ante el Concejal de Movilidad, el Señor Borja Carabante, empleado público a cuyo sueldazo contribuye mi familia para que él le prometa públicamente y sin ningún pudor ni escrúpulo ni vergüenza a su amigo Juan, el de Uber que en breve podremos competir».
Cuando Borja Carabante habla de competir ya sabemos que se refiere a permitir que Uber trabaje ilegalmente.
El Señor concejal, el mismo que se ha propuesto liberalizar el sector del taxi y que ante las propuestas del sector su única respuesta ha sido: «si no quieren trabajar, no trabajen».