Prohíben a Cabify y Uber poner publicidad en los coches en Montevideo
El adhesivo con el logo de Cabify que apareció a partir de agosto en los vehículos particulares de los conductores en Montevideo, Uruguay, generó un nuevo enfrentamiento entre la gremial del taxi y las empresas de aplicaciones por el uso de la publicidad en los autos.
La denuncia ha terminado derogando un decreto que habilitaba a las empresas de transporte por aplicación, como Uber y Cabify, a poner publicidad en sus vehículos, algo con lo que la Cámara de Transporte no estaba de acuerdo y lo expuso ante la Intendencia de Montevideo (IM). Por lo tanto, las empresas de transporte mediante aplicaciones ya no podrán llevar publicidad en sus coches.
El 17 de agosto la gremial del taxi afirmó en una nota enviada al director de Movilidad de la IM, Pablo Inthamoussu, que «los daños permanentes» que las aplicaciones le están causando a los taxis «se agrava» porque en marzo la Junta Departamental de Montevideo habilitó mediante decreto que puedan exhibir publicidad en sus vehículos.
El decreto promulgado por la Junta Departamental de Montevideo en marzo decía que las «aplicaciones electrónicas proveedoras de movilidad» podían tener publicidad «tanto en la parte exterior como interior del vehículo».
La nota remitida por la gremial de los taxis a la IM reclamaba que los autos no puedan llevar el distintivo de Cabify porque el decreto de la Junta de Montevideo del 27 de marzo que habilitó la publicidad en los vehículos de las aplicaciones les prohibía «específicamente» realizar publicidad propia.
Este jueves 26 de octubre los ediles derogaron el decreto y la publicidad ya no está habilitada en los coches que utilizan los conductores de las aplicaciones.
La gremial del taxi sustentó su argumento sobre que la empresa Cabify no puede circular con el adhesivo distintivo de la empresa porque el inciso tres del decreto departamental 38.248 señaló que la publicidad «podrá ser realizada de forma exclusiva por parte de los permisarios y/o conductores» y que las plataformas «encargadas de unir a la oferta con la demanda» –es decir, las empresas de las aplicaciones– no pueden contratar publicidad.
