Los taxistas franceses se manifiestan contra las medidas sanitarias del Gobierno para reducir costes en el transporte
Miles de taxis se han manifestado este lunes en toda Francia contra la nueva ley de financiación de la Seguridad Social, que agrupa los viajes de los pacientes a los médicos.
El presidente de la Unión Nacional de Taxis (UNT), Rachid Boudjema, ha indicado este lunes por la tarde que los taxistas han sido convocados a una reunión para discutir las medidas con el Ministerio de Salud, el próximo 12 de enero.
Los taxistas han bloqueado las principales carreteras de París, Marsella, Toulouse, Lille y Burdeos.
En Ile-de-France, los taxis ralentizaron notablemente el tráfico el lunes por la mañana en la A1 (norte), antes de converger hacia el Ministerio de Salud, en el centro de la capital.
Los taxistas se oponen a un artículo del presupuesto de la Seguridad Social (PLFSS) para 2024, aprobado en vigor en el Parlamento el 4 de diciembre.
El gobierno quiere que los pacientes acepten un transporte sanitario compartido con otros pacientes, a través de una plataforma online.
«Hoy ya tenemos transporte compartido. Pero el paciente debe aceptarlo y no debe resultarle incómodo, sin desvíos, sin demasiadas esperas», afirmó Rachid Boudjema.
Los taxistas también se manifestaron en Toulouse, bloqueando el tráfico en los alrededores del aeropuerto de Blagnac, cerca de una sede de Airbus donde viajaba el presidente Emmanuel Macron por la tarde.
Plataformas
Los viajes en ambulancia o taxi se reembolsan si están relacionados con una hospitalización, una enfermedad de larga duración, un accidente de trabajo o si implican un viaje de más de 150 kilómetros.
Estos transportes representaron reembolsos de casi 5.500 millones de euros en 2022, y durante el año se realizaron 65 millones de viajes sólo en taxis y vehículos sanitarios ligeros (VSL).
La idea de Ministerio de Salud es reducir el coste para la Seguridad Social en 100 millones de euros al año entre 2025 y 2027.
Casi el 15% de los viajes ya son compartidos, con planes de incentivos para la mayoría de las compañías que comparten. Pero la negativa del paciente sigue siendo un obstáculo importante.
Sin un motivo médico válido para rechazarlo, los pacientes ya no tienen derecho al pago de terceros y, por tanto, tendrán que adelantar los costes. En ese caso, sólo se les reembolsará el precio del transporte compartido.
Pacientes como ganado
En las zonas rurales, el transporte sanitario representa hasta el 90% de la facturación de los profesionales, según la Fédération des artisans du taxi.
La UNT cree que el transporte compartido no reduce la facturación de los taxis, pero quisiera excluir del sistema a las plataformas que conectan hospitales y transportistas, como médicos o VTC.
«Con el pretexto de querer ahorrar dinero, no piensan en absoluto en el paciente», afirma el taxista Kamel Belaz en París. “A los pacientes, tenemos la impresión de que se les trata como ganado”.
Con estos “lanzaderas médicas”, “nos quitarían la asistencia médica”, lamentó Sergio Valleret, frente a la estación de Saint-Jean en Burdeos.
«No podemos permitirnos el lujo de hacer esperar a nuestros clientes al final de una consulta o de un tratamiento, por un período indefinido», subraya Emmanuelle Cordier, de la Fédération nationale du taxi (FNDT). Además, «el Estado se esconde detrás de las cifras, pero con la desertificación médica y la concentración de las estructuras sanitarias, estamos recorriendo cada vez más kilómetros», subraya.
