Condenado a 22 años de cárcel por la muerte del taxista en Tenerife

La Fiscalía pedía 25 años de prisión

Condenado a 22 años de cárcel por la muerte del taxista en Tenerife

Condenado a 22 años de cárcel por la muerte del taxista en Tenerife

La Audiencia de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a 22 años de cárcel al hombre declarado culpable por un jurado popular, del asesinato a un taxista en la localidad de San Isidro, en el sur de Tenerife. El hombre deberá además indemnizar con 100.000 euros, tanto a la mujer como a la hija del fallecido.

La Fiscalía pedía 25 años de prisión e indemnizaciones de 100.000 euros en el primer caso, que la abogada de la familia elevaba a 125.000. Mientras, la defensa optaba porque se considerara un homicidio y la pena de cárcel no superara los 10 años. El Tribunal del Jurado se decantó por dictaminar que se estaba frente a un asesinato cometido con ensañamiento y alevosía.

La muerte del taxista tuvo lugar en la madrugada del 3 de julio de 2019 en el garaje de su edificio. El jurado dictaminó que el hombre no se pudo defender y el ya condenado provocó su muerte con especial crueldad. Quedó descartado que actuara bajo los efectos del alcohol y las drogas.

Contra el indulto

El Tribunal Popular se mostró en contra del indulto o de cualquier otro beneficio penitenciario y dio por válidas las pruebas así como las grabaciones con cámaras y los resultados de los distintos análisis periciales. Especialmente los que demuestran la brutalidad del crimen consumado con ensañamiento.

La muerte tuvo lugar sobre las 3:30 de la mañana de aquel día, cuando el joven entró en el garaje segundos después de que lo hiciera el taxista. A partir de aquí se desencadenó una agresión durante la cual, según los peritos, la víctima murió “aplastada” por un número indeterminado de golpes propinados con tal fuerza que todos ellos podían ser mortales.

Los expertos fueron incapaces de determinar cuánto duró la agonía del taxista, que pudo tanto ser inmediata como llegar a la media hora. La defensa del condenado mantenía la primera tesis y, por lo tanto, argumentaba que el sufrimiento de la víctima había sido menor.

Durante el juicio no se pudo concretar el móvil del crimen y quedó descartado el robo, en cuanto que en el interior del coche se encontraron 2.000 euros que no fueron sustraídos.