La patraña comienza con el nombre «El taxi Volador»

Dubai se destaca como un centro de innovación y tecnología, impulsando el desarrollo del taxi volador como parte de su visión de convertirse en una ciudad inteligente y futurista

La patraña comienza con el nombre

El viaje en helicóptero cambia su nombre a «Taxi Volador»

El concepto de taxi volador es ya de por si una aberración que comienza por su propio nombre. Es algo así como lo que se inventó Uber del «taxi acuático». El taxi volador es un helicóptero y el acuático, un barco, o una lancha colectiva, vamos, la Golondrina de toda la vida. A pesar de que los vistamos de seda con nombres como Water Taxi o Uber Boat, seguirán siendo lo que siempre fueron.

Por que los taxis son vehículos terrestres, normalmente de cuatro ruedas, exceptuando algunos lugares de la India, África o Latinoamérica, donde los Moto Taxi comenzaron a circular apoderándose de las calles y congestionado el tránsito más que los taxis convencionales.

Resulta que Dubai se destaca como un centro de innovación y tecnología, impulsando el desarrollo del taxi volador como parte de su visión de convertirse en una ciudad inteligente y futurista. En colaboración con diferentes empresas, Dubai ha llevado a cabo pruebas y demostraciones en los últimos años, a la vez que deja de emitir licencias de taxi en La Meca.

Una de las compañías de taxi volador es Volocopter, con sede en Alemania y que ha llevado a cabo demostraciones y vuelos de prueba en Emiratos Árabes.

Además de Dubai, otras ciudades como Singapur, Los Ángeles y Tokio también han mostrado interés y han llevado a cabo pruebas de concepto con taxis voladores.

El ‘taxi volador’ en España

Ahora la compañía NextNorth ha anunciado que comienza a operar en España con viajes en taxi volador entre Mallorca e Ibiza a un precio de 3.500 euros, por un trayecto que se tarda en realizar cinco minutos.

Pero esto ya lo conocíamos de siempre y se llama viaje en helicóptero. Desde hace años se realizan vuelos de este tipo desde el Aeródromo de Sabadell. Aún recuerdo uno que hice en helicóptero hasta el Circuito de Montmeló para estar en la terracita del Pit Building. Una maravilla, más barato que el taxi volador y con el nombre mucho más atractivo: «viaje en helicóptero».