Amey’s Taxi celebra un siglo operando en Kingston
Si bien Amey’s Taxi comenzó con un solo vehículo, la compañía, ahora conocida como Amey’s Greenwood Taxi Ltd., es responsable de 156 de los 212 taxis que circulan en la ciudad de Kingston, en Canadá.
Después de un siglo completo de funcionamiento marcado por guerras, pandemias y tasas de cambio tecnológico sin precedentes, Amey’s se prepara para celebrar el hito con una gran celebración en el Centro Cultural Portugués el 23 de agosto.
La empresa fue fundada en 1922 por Bill Amey, propietario de una tienda de comestibles local que con frecuencia entregaba los pedidos en su automóvil. Después de que le pidieran repetidamente que dejara a sus clientes entre entregas, Amey tuvo la idea de iniciar su propia empresa de taxis.
“La gente decía: ‘¡Oye, Bill! ¿Por qué no me llevas a la calle ya que tú también vas allí? y Bill, siendo un empresario, pensó: ‘Voy a comenzar mi propia empresa de taxis y, cuando esté llevando los pedidos, también voy a llevar a las personas’”.
Durante las primeras décadas, el negocio permaneció en manos de la familia Amey. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, el hijo mayor, Steven Amey, que había sucedido a su padre, pensó que, a medida que más y más personas fueran propietarias de sus propios taxis, las empresas se volverían redundantes y comenzó a buscar un nuevo comprador.
Francis y Glenn Greenwood eran hermanos cuyas responsabilidades agrícolas en Wolfe Island significaban que no habían sido reclutados como soldados en la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, los hermanos trabajaron como taxistas en su tiempo libre.
“En 1946, Steve (Amey) se acercó a Francis y Glenn y les preguntó: ‘¿Quieres comprar Amey’s?’ — así que terminaron comprando Amey’s y lo construyeron a partir de ahí.
En los años siguientes, los hermanos Greenwood compraron las empresas de competencia como Premier Taxi, Checker Taxi Yellow, Royal y Diamond.
Además de ser un período de expansión, también fue uno de gran innovación tecnológica. La tecnología de radio, la tecnología automotriz y la tecnología telefónica avanzaban para volverse más compactas y móviles.
Amey’s Taxi fue uno de los primeros en adoptar los sistemas de radio de dos vías, e incluso superó a la Policía de Kingston al ser la primera organización en implementarlos en los automóviles.
El avance de la tecnología de radio revolucionó la forma en que los taxis circulaban por la ciudad, acelerando el proceso para conductores y pasajeros.
Después de una inversión significativa en un nuevo edificio de oficinas, la apertura de un taller de servicio y la inversión en nuevos vehículos híbridos, Greenwood dice que ha dado la vuelta a la empresa, un logro que se hizo aún más significativo con la introducción de empresas de transporte como Uber y Lyft.
“Uber definitivamente nos ha afectado. Quiero decir que probablemente hemos perdido alrededor del 20 por ciento de nuestro negocio. Pero nos hemos estado modernizando, y en gran medida ya éramos bastante modernos. Ahora estamos rehaciendo nuestros sistemas para que sean más ‘app’ y permitan Apple Pay. Pero ofrecemos todos los servicios que ellos no ofrecen. Sabes que nuestros vehículos se revisan cada seis meses y puedes hablar con una persona en la oficina, además disponemos de servicio de objetos perdidos”.
Adaptarse a las realidades del cambio climático también ha sido una prioridad para Amey, un esfuerzo especialmente importante, dado que los vehículos motorizados son grandes contaminantes.
La empresa compró su primer taxi híbrido en 2007 y, para 2015, más del 60 % de la flota consistía en vehículos híbridos.
“Hemos sido muy pro en el medio ambiente. Fuimos los primeros en inscribirnos en Bullfrog Power, donde supuestamente toda la energía proviene de molinos de viento no contaminantes. También hemos puesto una gran cantidad de vehículos híbridos en las calles, y no usamos para nada el papel en la oficina”.
Si bien han sido algunos años difíciles para el sector de los taxis, y para todos, Greenwood se enorgullece de ver a Amey’s superar un hito tan importante.
“Estoy muy emocionado por los 100 años. Creo que es un gran hito que hayamos llegado tan lejos. Y estoy feliz de que mi familia y yo, hayamos podido mantener la relevancia de Amey para la ciudad y mantener la lealtad de nuestros clientes durante todos estos años para mantenernos relevantes”.
