La protesta de los taxistas de Brasil termina con cargas policiales
La protesta de los taxistas brasileños cerca del Ayuntamiento en el centro de Río de Janeiro el jueves por la noche terminó con fuertes cargas policiales.
En la cámara del Palacio Pedro Ernesto se iba a proceder a la votación sobre la nueva normativa de transportes.
Los taxistas que llegaron desde todas las provincias hasta la región central de la ciudad, exigen un proyecto que regule el transporte público y se ejerza el control sobre las empresas como Uber.
Sin embargo, la votación no tuvo lugar porque la sesión se estaba agotando y no había un número mínimo de concejales para votar.
La sesión plenaria de la Cámara se pospuso para el próximo martes, día 15.
Tan pronto como se anunció que la sesión se pospondría, comenzó la confusión en el exterior.
En un comunicado, el Secretario de Estado de la Policía Militar informó que los equipos del 5º BPM (Harmony Square) y el Batallón de la Policía de Choque actuaron utilizando gases lacrimógenos y pelotas de goma.
La propuesta
El proyecto de ley que los conductores de taxi esperaban que se votara en la sesión plenaria del Palacio Pedro Ernesto incluye una serie de restricciones sobre las actividades de los conductores de la aplicación.
Por ejemplo, la propuesta prevé la prohibición de recoger pasajeros en áreas de influencia como conciertos y eventos.
«Hay 105.000 controladores de aplicaciones funcionando en el municipio. La mayoría son residentes de otros municipios», dijo el alcalde, Jorge Felippe.
El alcalde dijo que no creía seguro que los taxistas no pudieran trabajar en otras ciudades, mientras que los conductores de la aplicación podían recoger pasajeros en cualquier municipio.
«Se impide que el taxista salga de Río de Janeiro para trabajar en Niterói. Pero la realidad de las aplicaciones como Uber es diferente. Entre el 40 y el 50% de los conductores de aplicaciones viven en otros municipios y vienen a trabajar a Río de Janeiro», agregó el emedebista.