Los taxis autónomos ya son una realidad en ciertas ciudades del mundo y como era de esperar la implementación de esta tecnología no ha estado exenta de problemas, tal como lo han denunciado los policías y bomberos de San Francisco, quienes han dicho que estos «robotaxis» no solo han retrasado servicios de emergencia, sino que además están cada vez «más agresivos».
Hace tan solo unos días se podía ver a un policía con una bengala en la mano intentando detener un Jaguar i-Pace de Waymo, sin conductor ni pasajeros, que intentaba acceder a una calle cerrada al tránsito por una actuación de los Bomberos de San Francisco. «¡No! ¡Quédate ahí!», grita el policía al vehículo autónomo que amenazaba con seguir por la calle pasando por encima de las mangueras que estaban desplegadas para apagar un incendio.
Este video, un tanto cómico y surrealista, fue subido a redes sociales por la misma policía de San Francisco para denunciar los problemas a los que tienen que enfrentarse con la implementación de esta tecnología.
En ese contexto, medios locales ya plantean que los «robotaxis» comienzan a ser un problema para los servicios de emergencia que ya se han quejado frente a las dificultades que estas máquinas están generando en su trabajo.
Las calles de San Francisco cada día tienen más taxis autónomos de Cruise (General Motors) y Waymo (Alphabet) y ya no es raro que estos vehículos sean protagonistas de problemas a diario. Un bombero afirmó que los inconvenientes con los vehículos autónomos se han convertido ya en un «hecho cotidiano».
Problemas constantes con los servicios de emergencia
Un informe añade que en un solo día se habían registrado tres incidentes. Además, se encontraron hasta 15 informes de incidentes que documentan situaciones peligrosas en las que están involucrados vehículos autónomos operados por Waymo o Cruise.
En estos reportes se indica que los coches sin conductor interfirieron y pusieron en riesgo a dotaciones de los bomberos durante una emergencia. En los informes se indica abiertamente además que «a medida que van aprendiendo a circular en el tráfico real, se vuelven más agresivos con los servicios de emergencia».
En los ejemplos citados por los bomberos se cuenta el caso de Auto Cruise que no quería parar hasta que un policía rompió el cristal de una de las ventanillas para detenerlo, hasta otro que no respetó una calle cerrada por los servicios de emergencia y quedó atrapado en los cables del tranvía.
Otro incidente más reciente con un “robotaxi» ocurrió cuando uno de los vehículos se pegó a un camión de bomberos, impidiendo que los efectivos pudieran acceder a los materiales del vehículo.
En la práctica, como explican los bomberos, en cuanto detectan unas luces de emergencia estos coches «se paran en seco en medio de la carretera». Además, no detectan las barreras ni las cintas que se usan para acordonar una zona e impedir el paso.