Nuestro enemigo ha roto la línea defensiva

Hay que dejar de trabajar con aquellos que expresan públicamente perseguir la destrucción del sector

Nuestro enemigo ha roto la línea defensiva

Nuestro enemigo ha roto la línea defensiva

En mayo de 1940 el ejército nazi lanzaba ataques sobre Holanda, Bélgica y Francia en lo que se llamó la guerra relámpago. Esta consistía en avances rápidos y concentrados para atravesar las defensas enemigas, rodearlas por detrás y destruirlas. Fue gracias a esta estrategia que el ejército nazi consiguió en cuestión de pocos días tomar Holanda y Bélgica, atravesar la línea de defensa francesa en las Ardenas y rodear al ejército aliado forzando su evacuación masiva en Dunquerque.

En realidad, el éxito de estos ataques no dependió tanto del atacante como del defensor. El ejército francés era el mejor ejército terrestre del mundo y se había especializado en estrategias defensivas. Su principal obra defensiva fue la línea Maginot, una muralla fortificada construida a lo largo de su frontera. Tal defensa consiguió contener con éxito el ataque del ejército nazi hasta la noche del 14 de mayo, en la que el general Huntzinger retiró sus tropas de Sedan.

Aún se especula sobre las razones por las Huntzinger se retiró cuando estaba resistiendo con éxito el ataque de la 2ª división Panzer. Su retirada permitió a los alemanes penetrar las líneas defensivas. Huntzinger, simpatizante del fascismo, fue nombrado comandante jefe de todos los ejércitos terrestres de Francia por el gobierno filonazi de Vichy.

Aunque parezca que esta corta lección de historia no viene a cuento, es de vital importancia en la lucha del sector del taxi, la cual es una lucha defensiva. El taxi de Barcelona ha demostrado ser buen estratega en su defensa. Su enemigo, con distintas marcas y apariencias, forma un mismo ejército y tiene el mismo objetivo. Del mismo modo que el ejército nazi atacaba por distintos flancos y fue su penetración en el punto concreto la que le otorgó la ventaja definitiva, los enemigos del taxi buscan una ventaja definitiva tanto con VTCs como entrando como operadores del sector.

Esto último ha hecho que muchos taxistas bajaran la guardia. Gracias a ello, Free Now, como si de una división Panzer se tratara, avanza ganando cuota de mercado sin nadie que le pare, preparando una envolvente para destruir a sus enemigos cuando los tenga acorralados.

Recordemos a aquellos escépticos que piensen que Free Now es un aliado del taxi, que esta empresa está formada por las todopoderosas firmas automovilísticas alemanas Daimler y BMW. Sus planes son acabar con las tarifas reguladas y la limitación del número de licencias del taxi, cosa que hundiría el precio de nuestras licencias dramáticamente.

Esto se expresa con claridad en la web del lobby europeo Move EU, que han formado junto a Uber y Bolt. Los que no me crean pueden comprobarlo ellos mismos. Además, FreeNow actúa desvergonzadamente contra el taxi en Francia, donde trabaja con VTCs y presume de tener un mejor servicio que el taxi y mejores precios. FreeNow es un Uber con piel de cordero.

Hemos llegado muy lejos para que lo echemos todo a perder cuando estamos a punto de ganar. Esta en nuestra mano reorganizar nuestras defensas y ganar esta última batalla. Y si hace falta señalar a los traidores, lo haremos pacíficamente, pero no sin fuerza. No les saldrá gratis forrarse difamando y arruinando a las familias del taxi.

A los taxistas de buena fe: ¡hay que dejar de trabajar con aquellos que expresan públicamente perseguir la destrucción del sector! Estamos a tiempo de que Barcelona no sea su batalla de las Ardenas, sino que sea su Stalingrado, la batalla donde el hundimiento del imperio nazi quedó sellado.