La supresión del taxi sanitario rural sanitario alarma a 22 municipios de Sevilla
SEVILLA. 28 Abr. (Noticias del Taxi) – La reciente retirada del servicio de taxi rural sanitario por parte de la Junta de Andalucía ha generado gran preocupación en 22 localidades de Sevilla. Este servicio, crucial para el traslado de pacientes de diálisis al hospital Virgen del Rocío, ha sido reemplazado por ambulancias colectivas, lo que ha provocado que los desplazamientos puedan llegar a extenderse hasta 15 horas.
Esta situación empeora notablemente la calidad asistencial. Además, la medida amenaza la subsistencia de más de 400 taxistas autónomos. Según han denunciado la Diputación de Sevilla y UPTA, esta decisión supone otro golpe al ya castigado mundo rural andaluz, favoreciendo el cierre de pequeños negocios y acelerando la despoblación.
Alcaldes, asociaciones e instituciones exigen a la Junta restaurar de forma inmediata este servicio, cuyo coste —en torno a medio millón de euros— consideran irrisorio en comparación con su importancia vital.
Un ataque directo al corazón rural
“Esto no es un simple recorte, es una agresión al corazón del mundo rural”, expresó con firmeza Javier Fernández, presidente de la Diputación de Sevilla. Así se manifestó tras reunirse este miércoles con Eduardo Abad, líder de UPTA España, junto a alcaldes de los municipios afectados y representantes del sector del taxi rural.
En la reunión, en la que también participaron la diputada María Encarnación Fuentes y la responsable de UPTA Andalucía, Inés Mazuela, se consolidó un frente común para exigir la recuperación del servicio eliminado por la Junta.
Ambulancias colectivas, un retroceso en la atención sanitaria
El sistema anterior, que operaba desde hacía años, aseguraba el traslado digno de los pacientes, principalmente personas que requieren tratamientos de diálisis, desde sus pueblos al hospital.
Ahora, con el nuevo modelo de ambulancias compartidas, los desplazamientos pueden durar hasta 15 horas en una jornada. “Un paciente puede salir de su casa a las 8 de la mañana y no regresar hasta las 10 de la noche”, denunció Fernández. “Es inaceptable desde cualquier estándar mínimo de calidad sanitaria”, añadió.
El impacto económico: riesgo de perder 400 empleos rurales
La eliminación de este servicio no solo afecta la salud de los pacientes, sino que también pone en riesgo el sustento de unos 60 taxistas rurales en Sevilla y, en total, unos 400 en toda Andalucía, que dependían casi exclusivamente de esta actividad desde 2008.
Eduardo Abad advirtió que “cuando desaparecen los taxistas en el entorno rural, también se condena al aislamiento a las personas mayores que necesitan atención médica y no tienen medios de transporte”. A su juicio, esta decisión destruye empleo y dinamita la vida económica del mundo rural.
El coste del servicio es mínimo frente a su importancia social
Mantener el servicio de taxi rural cuesta alrededor de medio millón de euros al año, una cifra que Javier Fernández calificó como «ínfima» en el contexto del presupuesto de la Junta de Andalucía, pero cuyas consecuencias son devastadoras para los pueblos afectados. “El desplazamiento forma parte de la terapia”, recordó Fernández, defendiendo que el transporte individualizado ofrecido por los taxis permite un traslado digno, directo y humano, respetando tanto los tiempos como la salud de los pacientes.
Una brecha de desigualdad entre ciudadanos
“Con esta medida se están creando andaluces de primera y de segunda”, lamentó Eduardo Abad. Criticó que “no se puede hablar de repoblar el medio rural mientras se eliminan servicios esenciales que permiten la vida en estos territorios”.
La Diputación y UPTA, unidos en defensa del taxi rural
Desde la Diputación de Sevilla han mostrado su compromiso absoluto para colaborar con UPTA y los municipios afectados, con el objetivo de exigir la reposición inmediata del servicio y frenar el avance hacia la desertificación sanitaria y económica de la Andalucía rural.