La ACCO gana un round simbólico, pero los VTC aún perderán: la nueva Ley del Taxi de Catalunya lo remata todo
BARCELONA. 23 Jul. (Noticias del Taxi) – La Autoritat Catalana de la Competència (ACCO) acaba de saborear lo que parece —en titulares— una “victoria” judicial: el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha anulado el reglamento del AMB de 2018 regulador de los VTC. Sin embargo, esa gloria es pura ilusión, ya que la Generalitat ultima una Ley del Taxi que enterrará esos argumentos y blindará de una vez por todas el poder local frente a las plataformas. Y cuando eso ocurra, la “hazaña” de la ACCO no servirá para nada.
Lo que realmente ha ocurrido
En 2018, el AMB impuso una doble autorización a los VTC para poder realizar servicios urbanos. El TSJC ha dictaminado que en ese momento el AMB no contaba con esas competencias. Sin embargo, en 2019 ya se habilitó vía ley autonómica esa potestad regulatoria.
Además, una reciente sentencia del TSJC (junio 2025) reafirma la legitimidad del AMB para regular horarios, descansos y registro electrónico de VTC —solo anuló el preaviso de 60 minutos y el límite de 10 h/día, aspectos marginales .
La Ley del Taxi lo deja todo claro
La futura Ley del Taxi de Catalunya, casi a punto de aprobarse, no es un “plan B”: es el plan definitivo. Diseñada para “poner fin a la barra libre de los VTC” y equiparar sus condiciones a las del taxi, esta norma impondrá:
- Precontratación exigente (hasta 6 h según proyecciones)
- Restricciones territoriales
- Derecho de los entes locales a vetar o limitar VTC
- Igualdad de obligaciones técnicas y fiscales con los taxis
Un paso de gigante que deja a la ACCO y su “victoria” como una simple anécdota.
ACCO y VTC: la vieja alianza
La ACCO se hace la portavoz del mantra neoliberal: “más competencia, más innovación” —pero ignora que los taxis son un servicio público regulado, mientras los VTC operan con tarifas libres, sin obligación de cubrir todo el territorio ni de estacionar en la vía pública. Promocionan un mercado favorable a plataformas opacas, precarizantes y sin control.
El sector del taxi no se queda callado:
- Élite Taxi ya presionó para revisar 573 licencias VTC por irregularidades
- A su vez, denuncian que empresas como Uber y Bolt publicitan supuestas “necesidades” de más VTC con informes elaborados por firmas afines
No se trata de frenar la innovación, sino de proteger un servicio público y unas condiciones laborales dignas, frente a estrategias millonarias de desregulación.
Un éxito pírrico para la ACCO
Sí, la sentencia es un triunfo para las plataformas… pero solo en el plano mediático. En el fondo:
- La Ley ya devuelve el poder regulador a los municipios y al AMB
- El TSJC ya avaló casi todo el reglamento de 2019, reforzando esas competencias
- Las denuncias y movilizaciones del taxi siguen en pleno apogeo durante 2025, presionando hasta el último momento
Reflexión final
Este es un episodio de «gran derrota gestual pero mínima sustancia real». La ACCO se siente victoriosa, pero la sanción política ya está dictada: cuando se apruebe la Ley del Taxi, los VTC quedarán claramente subordinados a un marco regulatorio que reforzará el servicio público, las condiciones laborales y la transparencia.