Beat, la aplicación con la que FREE NOW machaca al Taxi

Beat, la aplicación con la que FREE NOW machaca al Taxi

Beat, la aplicación con la que FREE NOW machaca al Taxi

Se trata de una aplicación que conecta a pasajeros principalmente con conductores particulares propietarios de vehículos que no están adscritos a ningún tipo de autorización.

Fue fundada en Grecia por Nikos Drandakis en 2011 bajo el nombre de Taxibeat y posteriormente en 2017 fue adquirida por MyTaxi actualmente Free Now, propiedad de Daimler y BMW.

A raíz de su compra por el grupo alemán pasó a llamarse Beat a secas, y bajo la modalidad anteriormente descrita, es la aplicación de transporte de pasajeros número uno en su tierra natal y Perú, la número dos en Colombia y Chile, y ocupa el tercer puesto de aplicaciones de transporte de viajes en México.

Está subiendo como la espuma en Argentina gracias los descuentos agresivos que ofrece respecto a Uber y Cabify. Supera el medio millón de conductores y tiene más de 14 millones de pasajeros registrados a nivel global.

Simple y llanamente, Beat, de FreeNow –aunque al igual que Uber en alguna ciudad también opera con taxis– para que nos entendamos es otro UberPop o ‘CabifyPop’ y junto con estas plataformas, haciéndoles competencia desleal, ha llevado al borde de la bancarrota a nuestros compañeros del otro lado del charco a los cuales cada día les cuesta un esfuerzo terrible llevar el pan a sus familias.

En 2017 a raíz de un proceso judicial que en 2014 inició Élite Taxi Barcelona en contra de la nefasta modalidad UberPop que conectaba a usuarios con conductores particulares, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que Uber debe ser considerada como una empresa de transportes y no una simple plataforma digital de intermediación entre particulares, lo que significa que debe estar sometida a la exigencia de operar con licencias o autorizaciones.



Es decir, que si estas plataformas no operan de este modo en España es porque en su día, y gracias al esfuerzo de unos cuantos que también lucharon en las calles de Barcelona y de Madrid, se logró echar a esta purria de modalidad, y menos mal, porque aparte del atraco a mano armada que hemos sufrido con los VTC, encima tendríamos a no se sabe cuántos miles de coches particulares haciendo de taxis.

Sería conveniente no olvidar que estas plataformas están aliadas a nivel nacional y europeo para darle la vuelta a la tortilla y liberalizar el transporte de pasajeros de hasta nueve plazas, y por tanto, para que cualquiera con algún tipo de autorización hecha ad hoc y a un precio administrativo pueda operar.

Países como Portugal y Rumanía son sólo dos claros ejemplos donde han influido en los gobiernos y ya se da esta situación. Punto y aparte es Madrid donde han conseguido colar un reglamento y una ordenanza nefastos para el Taxi.

Beat, la aplicación con la que FREE NOW machaca al Taxi

No obstante, Free Now es una empresa depredadora que durante mucho tiempo lleva acaparando una cuota de mercado considerable mediante descuentos agresivos y otras artimañas.

Además, como el tiempo apremia y ha sido rescatada varias veces por los dos gigantes automovilísticos necesitan conseguir ser rentables a toda costa.

No es descabellado pensar que en cuanto ostenten una posición todavía más de dominio procedan a subir las comisiones; en cuanto eso suceda los beneficios del taxista tenderán a ser más escasos y va a ser más difícil asumir los costes de la explotación del negocio y, por tanto, el valor de las licencias es fácil que se deprecie.

Visto lo visto, resignarnos a que Free Now sea la plataforma que reine en el sector porque lleguemos a una conclusión (más o menos acertada) de que es un eslabón imprescindible para obtener servicios es una pésima opción por tanto darle al botón de apagar sería un primer paso –de Uber no hace falta ni que hablemos en este sentido– por eso es evidente que debemos pivotar hacia otro modelo diferente de taxi donde ninguna multinacional tenga esa posición de dominio respecto a los autónomos y otras app’s- radioemisoras del taxi que funcionan de un modo más eficiente, sostenible y responsable y no nos  puedan reventar.

Y aquí es donde la app pública tiene que jugar un papel determinante y estar operativa en siete meses y tiene que disponer de todas las funcionalidades existentes para poder hacerle frente a estas multinacionales que nos quieren someter. Asociaciones, autónomos, asalariados y empresas tenemos que ser responsables y formar un frente común para levantarla y que sea muy potente sin que nadie pierda su idiosincrasia (excepto aquellos que tengan que mejorar en determinados aspectos).

Y ya no nos valen las medias tintas ni las excusas de las administraciones. Esta vez exigimos tenerla disponible sí o sí en el plazo establecido para darle servicio a la ciudadanía.

Beat, la aplicación con la que FREE NOW machaca al Taxi