Gig Economy Project – Tito Álvarez: ‘Somos el sindicalismo del futuro’
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Alberto “Tito” Álvarez no es un líder de taxi cualquiera. Con su chaleco amarillo de “Fuck Uber”, encarna el espíritu de un sindicato de taxistas de Barcelona que está decidido a mantener a las plataformas de alquiler de vehículos fuera de la capital catalana de forma permanente, y que está dispuesto a utilizar todas las herramientas disponibles para lograrlo.
Desde 2014, Élite Taxi Barcelona ha demostrado ser increíblemente eficaz en la consecución de ese objetivo. Mientras que en Londres se cree que hay 45.000 coches Uber en las calles y 3,5 millones de usuarios/as, en Barcelona no se puede ver un solo coche Uber en la calle, y uno no depende de la aplicación Uber para poder hacer una reserva.
Uber se fue de Barcelona en 2019, alegando presiones regulatorias, e hizo un regreso chapucero en marzo de este año, bajo la intensa presión de los reguladores de Élite Taxi para reprimir a la empresa californiana por incumplir las normas de la ciudad debido a su negativa a ofrecer una tarifa de precio cerrado.
‘Gig Economy project’ (GEP) estuvo en Barcelona el 28 de septiembre, con motivo de la última movilización de Élite Taxi y en la que ésta apuntó su dedo no sólo a Uber y Cabify, sino también a Free Now -la aplicación de alquiler de choches privados de propiedad alemana y utilizada por muchos/as “taxistas” de Barcelona-, a la que Álvarez acusa de estar aliada con Uber para liberalizar el sector del taxi en Cataluña.
The Gig Economy Project: ¿Qué le motivó a lanzar la Asociación Élite Taxi? ¿Cómo se le ocurrió la idea?
Alberto ‘Tito’ Álvarez: Bueno, Élite Taxi no nace con la idea de ser una asociación, de hecho, va naciendo por las circunstancias que van ocurriendo en el sector del taxi de Barcelona, nos sentimos muy abandonados por los sindicatos y las administraciones y se va creando poco a poco un movimiento que a día de hoy, pues, ha tenido un impacto bastante notable en toda Europa.
Gig Economy Project: Élite Taxi ha sido muy militante y ha asumido grandes riesgos en ocasiones. Por ejemplo, en 2018, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló la normativa del Área Metropolitana de Barcelona respecto a las VTCs, el sindicato decidió hacer una huelga indefinida, bloqueó terminales de aeropuertos, ocupó la calle más transitada de Barcelona. ¿No os preocupaba, o teníais confianza en estas tácticas de los militantes?
Álvarez: Realmente aquella movilización viene dos días antes, habíamos estado 48 horas de huelga, esperando que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, nosotros ya sabíamos que tenía que decir algo en cuanto a si ponía medidas cautelares al reglamento del área metropolitana, que habíamos conseguido también a base de presión en las calles, y nuestra sorpresa fue que lo anuló.
Aquí, no había una idea, no estábamos convencidos de hacer una huelga indefinida, fueron las circunstancias y el calentamiento del sector lo que nos llevó hacia ahí. Nosotros lo único que hicimos fue ir al aeropuerto, hacer una asamblea de miles de taxistas, y dijimos que si íbamos a una huelga nosotros, Élite Taxi, pasábamos a ser un simple interlocutor y que en ese momento se tenía que elegir. Los taxistas tenían que elegir un comité de huelga, que solo sería para esa movilización y para hacer de interlocutor con la administración, y allí nos votaron a nosotros, fue todo muy espontáneo y sin haberlo pensado antes, así fueron ocurriendo las cosas.
Nosotros somos asamblearios, entonces, siempre hacemos participar al sector en las decisiones más importantes porque consideramos que un taxista que es autónomo y tiene una licencia en la que ha invertido mucho dinero, o se ha comprometido con el banco con préstamos, nosotros no tenemos legitimidad para decidir sobre eso, sobre lo que es de ellos, lo que es del taxista, por lo tanto lo que hacemos es la única democracia que para nosotros existe, que es la de levantar la mano en una asamblea, eso es lo que da legitimidad es lo que ocurrió en 2018.
Allí, se votó que íbamos a la huelga indefinida y que nos íbamos al centro de Barcelona a la Gran Vía y plantábamos 4.000 taxis y los dejábamos allí, y cada día hacíamos asambleas y cada día nos reuníamos con los políticos, cada día nos llamaban, bueno me llamaban, todos los agentes económicos como AENA, como las asociaciones de comerciantes y hoteleros. Lo que nos decían ellos, que por favor levantáramos la huelga que estábamos haciendo un daño a la imagen de la ciudad muy grande y yo les decía que a nosotros no nos tenían que llamar, que si ellos no saben luchar por sus derechos, nosotros sí, que a quien tienen que llamar es al responsable que tiene que arreglar esto y así, no recuerdo si estuvimos 7 u 8 días, que ocurrió algo que no nos esperábamos, que es que iniciábamos en Barcelona, pero a los dos días, nos siguió Madrid, Sevilla, la costa del Sol, Valencia, País Vasco.
Entonces desde el gobierno, vieron donde íbamos; no se puede si tú paras aeropuertos, estaciones de tren, estaciones de autobuses paras la economía total del país. Es un caos, y obligamos al gobierno a negociar.
Gig Economy Project: He visto en la manifestación de ayer [28 septiembre] en Barcelona, a los taxistas de Élite Taxi, con mucha energía de los miembros y mucha confianza con la manifestación, es mi impresión de la manifestación. ¿Cómo ha conseguido construir esa cultura dentro de Élite Taxi de un profundo sentido del compromiso y la unidad?
Álvarez: Nosotros siempre hemos intentado decirle al taxista que el taxi, lógicamente es un negocio, pero por encima de que sea un negocio, es una forma de vida, o sea, el taxi es nuestra vida.
Entonces cuando están atentando contra tu vida, tú tienes que defenderte y tienes que llegar hasta las últimas consecuencias, entonces siempre hemos intentado impregnar, que el taxista sienta como que el taxi es uno más de su familia, que realmente pensamos que es así y que tenga muy interiorizado ese sentido de servicio público, comprometido con los demás, cuando en cualquier parte del mundo ocurre una desgracia o un atentado, el taxi siempre está ahí sacando gente, participando y eso es como nosotros entendemos el taxi, entonces cuando Élite Taxi llama al sector, a las movilizaciones, todo el mundo sabe que nosotros no tenemos ningún interés, porque nosotros no tenemos aplicaciones ni queremos, ni tenemos gestorías, nosotros solo vivimos para defender a las familias del taxi. Como no hay ningún interés comercial detrás, pues por eso creo que tenemos tanta credibilidad.
Gig Economy Project: ¿Habéis añadido nuevas tácticas a Élite Taxi, como la presión política, las acciones legales, el uso de los medios de comunicación y el proyecto taxi (Taxi Project 2.0) ¿por qué decide que era necesario ampliar el repertorio del sindicato?
Álvarez: Históricamente las organizaciones cuando nacen, y son tan explosivas como la nuestra, que son un proyecto bastante fuerte, con mucha potencia, que se va extendiendo en muchos territorios, lo que suele ocurrir cuando hay un movimiento así es que al año o dos años empiezan a haber peleas internas y empiezan a ocurrir cosas que hace que ese movimiento caiga o se desinfle y pierda fuerza.
Para nosotros, la calle es fundamental, pero nos damos cuenta que necesitamos profesionales que trabajen y que vean desde otro punto de vista nuestra lucha, la manera de combatir a todos estos poderes económicos con los que estamos luchando que tienen dinero ilimitado para gastar y arruinar, entonces creamos otra asociación que se llama Taxi Project 2.0, donde aquí aglutinamos a taxistas, un perfil de taxista que quizás no es tan guerrero como el que viste ayer pero sí que se dedica más a trabajar, son personas “más moderadas” y prefieren pagar una cuota y seguir trabajando, entonces lo que hacemos es abrir, ampliar nuestra mira y decir, bueno hay que estar en la calle pero también tenemos que armarnos económicamente y utilizar ese dinero para que profesionales nos den otro punto de vista y podamos ir a los despachos con argumentos sólidos para desmontar sus teorías o estas teorías que se inventan empresas con Uber, Free Now, Bolt, Cabify, Glovo, Delivero y todos, este cuento tecnológico que nos quieren meter en la cabeza y que es una gran mentira.
Entonces, en esta fase, donde incorporamos esta nueva asociación, hay problemas internos, y yo, siempre lo he dicho, empezar un movimiento es fácil, porque eres tú contra todos, y lo que haces es canalizar la indignación de la gente porque el sistema no le gusta y todos contra todos. Esto es muy sencillo, cuando llegas arriba mantenerte, mantener esa fuerza de la calle y saber interlocutar con las administraciones públicas y políticos que aunque a la mayoría de la gente no le gusta, son los que legislan y son los que mandan, entonces cómo articular esto y seguir teniendo seguidores es muy complicado.
Por eso, nosotros en Taxi Project tenemos el lema que nosotros decimos que somos el sindicalismo del futuro; el sindicalismo tradicional, en nuestra opinión, tiene que cambiar de opinión y articular otras maneras de lucha, incluso me atrevería a decir que Taxi Project actúa como un lobby, un lobby de presión y tenemos algo, la combinación de Élite Taxi Barcelona y Taxi Project es la perfección absoluta porque tienes profesionales que trabajan en los despachos, hablamos de hackers, economistas, hablamos de abogados, de expertos en derecho de la competencia, o sea todas las áreas que te puedas imaginar ahí tenemos todos nuestros profesionales trabajando, sobre todo profesionales con nuestra mentalidad.
Tú no puedes, aunque sea con dinero contratar a un abogado que está defendiendo algo en lo que no cree, tiene que buscar las personas adecuadas que crean en lo que están haciendo, porque así siempre será mucho mejor.
Y un poco nosotros nos obsesionamos y entendemos que lo único importante es ganar, y para ganar muchas veces te tienes que tragar saliva y comerte cosas que en un principio estabas diciendo que nunca harías eso y tienes que acabar haciéndolo si quieres ganar. Entonces nuestra mentalidad es ganadora, nosotros vamos a ganar, porque de principios no se come, de principios te mueres de hambre y nosotros queremos comer y vivir dignamente, y nos comeremos los principios que hagan falta porque cuando miles de familias dependen de tus decisiones o de tus estrategias, tienes que ser consciente de la responsabilidad que conlleva y anteponer eso por encima a veces de tus ideales.
Gig Economy Project: La acción ayer [28 septiembre] de Élite Taxi fue en resistencia a lo que ha descrito como ataques sin precedentes de Uber, Cabify y Free Now, ¿puede explicar en qué consisten estos ataques y cuáles son las reinvindicaciones del sindicato con esta huelga, esta acción?
Bueno nosotros nunca jamás nos habíamos manifestado contra una empresa como Free Now que en España siempre ha trabajado con taxis y la tienen solo, en el área metropolitana de Barcelona, la tienen unos 3500 – 4000 taxistas. Es un porcentaje muy alto, entonces, luchar o manifestarte contra una empresa que está dando “de comer o servicios” a tantos taxistas es muy complicado porque mucha gente no lo entiende esto y se vuelve contra ti.
Es la típica historia del capitalismo; yo creo un problema y luego te traigo la solución. Entonces antes de empezar esta nueva batalla de Élite Taxi contra Free Now nosotros tuvimos que pensarlo muy bien porque tuvimos que poner en una balanza los pros y los contra, los pros de no ir contra Free Now, buen pues que la mayoría de los taxistas de Free Now los vas a tener de tu lado, los contra que un buena parte de los taxistas no lo van a entender y los vas a tener en tu contra, entonces ¿qué es más importante afrontar los problemas y decirle, por eso hablaba antes de responsabilidad cuando tu coges un responsabilidad o tienes una responsabilidad tan grande tienes que decir a la gente lo que no quiere escuchar también porque nosotros no existimos para que la gente escuche lo que le gusta.
Nosotros decimos la verdad, y la verdad es que Free Now, Bolt y Uber están presionando a la Unión Europea para desregularizar el taxi, para crear un mercado único en el transporte de viajeros donde no haga falta ningún tipo de autorización para transportar viajeros y esto es la muerte del taxi. Esto es un cambio de economía, muy profundo donde se acaban las limitaciones cuantitativas en el número de licencias, donde entramos en un mercado donde acaban con el espíritu del servicio público que son las tarifas reguladas y controladas y aplican las tarifas dinámicas y donde no hay límites geográficos.
Esto ¿qué quiere decir? que un taxi de Barcelona puede ir a Madrid a trabajar o un pueblecito de Cataluña y al revés, y realmente, lo mejor, una de sus mejores cosas que tiene el taxi y su razón de ser es la capilaridad que tiene en el pueblo más pequeñito hay un taxi y en la ciudad más grande hay un taxi y esto es precisamente porque hay límites geográficos porque ese ayuntamiento concede una licencia de taxi para atender unas necesidades de la población de ese territorio, si tú eso lo liberalizas al final los taxis de esas poblaciones pequeñas se van donde hay trabajo a las ciudades grandes y todo queda desatendido, entonces esto es todo lo contrario de lo que significa el servicio de taxi. Nosotros luchamos contra eso, o sea entendemos que hay que cambiar cosas, pero no desfigurar ni desvirtuar lo que es un taxi.
Gig Economy Project: La situación de Uber y del resto de empresas de VTC en Cataluña y Barcelona es muy diferente a la del resto de España, por ejemplo en Madrid donde Uber y Cabify tienen una gran presencia, ¿qué explica esta diferencia, es el trabajo de sus sindicatos, una diferente política en Cataluña, ambas cosas…?
Álvarez: Bueno yo creo que todo tiene que ver. Lógicamente la política lo es todo, o sea todo es política, todo, y la política que hay en Madrid o Andalucía es una política liberal que protege al grande y al poderoso y al pequeño lo tratan como si fueran esclavos, donde privatizan todo lo que son los sectores básicos que necesita la población y esto es lo que ha ocurrido en Madrid, han dado mucha libertad a los fondos de inversión que controlan todas las aplicaciones y en Cataluña ha ocurrido todo lo contrario que protegen más a pesar de que ahí la política es más diversa, que aquí hay independentistas de derechas y de izquierdas y hay progresistas y hay partidos de derechas, o sea que tenemos de todo un poco, pero sí que es verdad que si hablamos de derecha a izquierda mezclando el independentismo de izquierda con los progresistas hay una gran mayoría de izquierdas en Cataluña y sí que hay una tendencia a proteger los servicios públicos pero ojo, que si no hay presión estaríamos exactamente igual que en Madrid, porque cuando hablamos de progresismo y hablamos de proteger los servicios públicos una cosas es decir las cosas y otra cosa es hacerlas.
Porque también estamos viendo por ejemplo las KELLYS que están muy desprotegidas en una comunidad autónoma como Cataluña que está hablando y reivindicando constantemente los derechos sociales que quieren para los catalanes y tienen a sectores totalmente desprotegidos como la atención a domicilio, como las KELLYS; las camareras de piso bueno, la sanidad, el transporte sanitario entonces te choca un poco porque dices bueno, tú estás diciendo esto, pregonando esto pero luego a la práctica es todo lo contrario y ahí está la pelea política. Nosotros tenemos la suerte que somos un sector con mucha fuerza y nosotros lo tenemos claro o nos hacen caso o lo paramos todo. Y como tenemos esa capacidad, pues nos hacen caso.
Gig Economy Project: Parece que es muy crítico con el capitalismo de plataforma, ha dicho que “destruye el tejido productivo y los servicios públicos, que son la base de la democracia”. Pero, ¿cree que las aplicaciones y los algoritmos podrían utilizarse de otra manera, por ejemplo, por parte de las cooperativas o como servicio público? ¿Tiene una visión diferente de la tecnología digital?
Álvarez: Sí, lógicamente nosotros no estamos en contra de la tecnología, estamos en contra de los que hay detrás utilizando la tecnología para someter a la gente, para tenerla más precaria, para eludir impuestos y responsabilidades, o sea la tecnología jamás se tiene que utilizar para reunir o acaparar una cuota de poder para someter o utilizar tu posición dominante para tus fines.
La tecnología es muy buena, pero hay que utilizarla de forma democrática, es decir para optimizar recursos siempre cumpliendo, nosotros hemos hecho varias propuestas donde al mismo gobierno le hemos dicho: “¿cómo es posible que aquí venga una aplicación de una empresa y se pongo a operar sin pasar antes unos filtros?” Si quiere luego operar tendrá que demostrar que cumple con los derechos de los trabajadores con el pago de impuestos y estas responsabilidades que cumple cualquier autónomo, o cualquier asalariado o trabajador por cuenta ajena.
Entonces ¿de qué estamos hablando? No puede ser, la tecnología no se puede saltar todas esas barreras; el formar cooperativas, utilizar la tecnología para economía solidaria, para unir a todos los pequeños comerciantes, para eso hay que utilizarla, ese es el camino. ¿Qué ocurre? Que estos grandes salvajes de la economía, utilizan la economía para todo lo contrario, y tampoco las administraciones públicas ayudan a los pequeños a levantarse porque yo a muchos partidos progresistas soy muy crítico en las reuniones y les digo oiga ustedes están aquí defendiendo algo, pero en la práctica no lo hacen, tenemos una cooperativa como la de Mensakas y no les están ayudando, tendrían que tener su propia aplicación para poder expandirse y están solos.
Entonces ¿de qué estamos hablando? o sea menos hablar y más ayudar, o más predicar con el ejemplo porque hablar sabemos todos, pero luego hay que demostrarlo.
Gig Economy Project: La semana pasada escuché a la consejero delegado de Uber [Dara Khosrowshahi] hablar en un evento europeo, y dijo que su visión para Uber en Europa es liderar la transición hacia el carbono cero en el continente, alejando a la sociedad de los coches de propiedad privada hacia un acceso universal y multimodal al transporte público, y que Uber puede ayudar a conectar a la gente con los autobuses y los trenes, y que las políticas públicas deberían diseñarse con el transporte privado para conectar los diferentes modos de transporte público. Nombró un montón de ciudades en las que Uber estaría desplegando esta visión en Europa, incluyendo Barcelona. ¿Qué opina de la visión de Uber y cuál es la visión alternativa de los taxis para la transición hacia el carbono cero?
Álvarez: Bueno yo es que todo lo que diga Uber me parece mal lógicamente, todos sabemos quién es Uber, lo que quiere, cuál es su objetivo, entonces cuando hablamos de transición no hablamos de que unos pocos tengan todo el poder de todo, o sea es totalmente incompatible que los servicios públicos estén controlados por una empresa privada como Uber.
De hecho, nosotros estamos convencidos de que parte del modelo de Uber está enfocado y pensado para comer y vivir del dinero público, o sea que las administraciones públicas le paguen a Uber para que ordene la movilidad, esto es un mundo de locos, esto no puede ser.
Esto es imperdonable, nosotros aquí no vamos a permitir esto jamás, iremos a la guerra total, jamás, porque estás poniendo en manos, o sea la movilidad es un bien esencial como la sangre que te corre por las venas, si tú te cortas las venas te mueres, entonces la movilidad es igual. Tú imagínate que le das todo el poder a Uber de la movilidad, tendría el poder de todo, o me das esto o aprieto el botón rojo y te lo paro todo. Esto jamás puede estar en manos de las empresas privadas, esto tiene que estar en manos de las administraciones públicas y todos estos datos que se generan tienen que ser para mejorar la vida de la gente, no para hacer a la gente presa y esclava de estas empresas.
Ahí ejemplos claros, que nosotros siempre ponemos el de las eléctricas es el más actual. ¿Qué ha pasado con las eléctricas? Se liberalizó y ahora se han quedado las que se han quedado y ahora todos, casi todos, tenemos que pasar por el aro y pagar y fíjate cómo está el gobierno, lo que le cuesta y todo lo que tiene que hacer para bajar el recibo de la luz y ahora todo el mundo se echa las manos a la cabeza, le echa la culpa al gobierno, es que cuando tú le das una posición de tanto dominio y tanto poder a una empresa privada ¿qué esperas que haga? No son ONGs, ellos quieren poder y dinero, que es legítimo, es su trabajo, pero las administraciones públicas esto lo tienen que parar, tiene que defenderse de esto.
Son responsables de la ciudadanía y yo no voto a un político par que venga Uber a decirme lo que tengo que hacer o dónde tengo que comprar ¿nos hemos vuelto locos?; o sea ¿les vamos a dar todo este poder? No, la movilidad, todos los servicios esenciales, tienen que estar en manos de las administraciones públicas, porque si no al final, solo puede moverse de un lado a otro el que más tiene y solo puede ir al médico el que más tiene y así con todo.
Entonces, en un Estado de derecho y en una democracia auténtica, todos tenemos que tener derecho a la sanidad, a la movilidad, a la educación, no podemos privatizar esto, si no estamos creando ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda que es lo que ya está ocurriendo. Si tienes dinero puedes, si no tienes dinero no puedes. Entonces ¿qué haces? Esto es lo que hay que evitar a toda costa.
Gig Economy Project: Finalmente Tito, ¿qué planes tiene Élite Taxi para el resto del año?
Álvarez: Nosotros no pensamos en años, pensamos en días. Bueno ahora estamos trabajando muy unidos con Taxi Project y tenemos proyectos para la lucha contra las plataformas. Ahora se está legislando en Europa el tema de trabajadores de plataforma, estas directivas del transporte se están también debatiendo en la Comisión Europea porque todos estos agente y plataformas han entrado y quieren cambiarlo todo y hay mucho trabajo por delante a todos los niveles: movilización, político, técnico.
El 13 de octubre vamos a la Comisión Europea, tenemos una reunión con los partidos políticos, allí en el parlamento europeo con todos los partidos políticos allí en el Parlamento europeo y luego vamos a hablar con los técnicos de la Comisión en derecho de la competencia y vamos a entregarle un informe que hemos hecho muy potente donde hemos hecho un análisis de los algoritmos, de algunas de estas plataformas donde se demuestra o donde se ve con datos muy objetivos que están pactando precios y que es un cártel como una casa de payes (como una casa de grande) que a través de los algoritmos están haciendo estrategias que están totalmente prohibidas y fíjate que ellos siempre hablan de libre competencia y realmente lo que están haciendo ellos es falsear la libre competencia.
¿qué hacen las agencias que son las que tienen que controlar esto? Nos dicen a los taxistas que tenemos que desregularnos, es que es como el mundo al revés, o sea tú creas un órgano, una institución que son las agencias de competencia para que haya una competencia sana pero no frenas el crecimiento de estas empresas que se lo comen todo y luego las tienes que sancionar porque crean monopolios cuando han creado ya el monopolio, ¿por qué no lo frenas antes? Porque esas sanciones que tú le estás poniendo a estas empresas han ganado tanto dinero antes que les da igual. Entonces, hay que trabajar para evitar el problema antes de que llegue y es triste, pero somos muy pocos contra poderes muy poderosos, pero bueno somos cabezones y seguiremos luchando.
Gig Economy Project – Tito Álvarez: ‘Somos el sindicalismo del futuro’