Los taxistas de Glasgow hartos de no poder acceder a la zona de bajas emisiones

A partir del jueves 1 de junio, los conductores se enfrentan a sanciones si entran en la zona con un vehículo que no cumple con las normas

Los taxistas de Glasgow artos de no poder acceder a la zona de bajas emisiones

Los taxistas de Glasgow amenazan con dejar el sector debido a la zona de bajas emisiones

La zona de bajas emisiones de Glasgow corre el riesgo de devastar la economía nocturna, según un funcionario sindical que dice que hasta la mitad de los taxistas abandonarán el sector, dejando varados a los clientes de pubs y discotecas.

A partir del jueves 1 de junio, los conductores se enfrentan a sanciones si entran en la zona con un vehículo que no cumple con las normas. La mayoría de los vehículos de gasolina matriculados desde 2006 y los diésel matriculados después de septiembre de 2015 cumplirán la normativa.

A diferencia de las zonas de aire limpio que permiten que los vehículos que no cumplan con las normas paguen por el acceso, el plan de Glasgow impone una multa inmediata de 60 libras esterlinas a los conductores de dichos vehículos. Esto se duplicará con cada reingreso hasta un máximo de £480. Una vez alcanzada esa cifra, se impondrá la multa máxima por cada día de entrada del vehículo en la zona.

El ayuntamiento de Glasgow dijo que “para maximizar la efectividad de la LEZ de Glasgow, es esencial que las tasas de cumplimiento sean lo más altas posible”.

En Birmingham, la combinación de la pandemia y la introducción de una zona de bajas emisiones llevó a que el número de taxis se redujera a la mitad.

Si bien los servicios de trenes y autobuses de Glasgow han mejorado, los taxis son la única forma de entrar y salir del centro de la ciudad después de la medianoche.

Calum Anderson, presidente de la sección de taxis de Glasgow en Unite, advirtió que lso precios de los nuevos taxis negros era «absolutamente prohibitivo», con un coste de 80.000 libras y que la mayoría de los conductores no podrían financiarlos.

“Estamos viendo a mucha gente haciendo planes para dejar el sector por completo”, dijo. Sugirió que 1.000 taxistas podrían renunciar.

Los taxistas fueron uno de los pocos sectores a los que se les concedió una exención de un año a la zona de bajas emisiones, pero las subvenciones del gobierno, que proporcionaban hasta 12.000 libras esterlinas por taxi accesible para sillas de ruedas, ya se cerraron debido a la «gran demanda».