Los VTC pierden terreno en Barcelona: El TSJC anula un reglamento clave del sector
BARCELONA. 09 Dic. (Noticias del Taxi) – La batalla entre los taxistas y las empresas de VTC como Uber, Cabify y Bolt continúa intensificándose en Barcelona, donde el sector del taxi ha logrado reducir drásticamente la presencia de estos servicios mediante estrategias legales. Recientemente, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) asestó un duro golpe a las VTC al anular el reglamento aprobado en 2018 por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), una decisión que elimina 399 autorizaciones y la posibilidad de emitir permisos especiales para grandes eventos. Esta medida refleja una tendencia creciente en la Ciudad Condal hacia la defensa del servicio público de taxis frente a la competencia desleal de las plataformas de VTC.
La sentencia del TSJC: Una victoria clave para los taxistas
El TSJC concluyó que el AMB excedió sus competencias legales al aprobar un reglamento que no estaba respaldado por leyes estatales. Según el tribunal, solo el Gobierno central o autonómico puede emitir normativas de este tipo. La anulación de 399 autorizaciones de VTC y la prohibición de permisos para eventos especiales refuerzan la posición del taxi como el principal medio de transporte urbano alternativo al público.
Eventos de gran magnitud como el Primavera Sound o el Crüilla, que generan alta demanda, ahora dependerán exclusivamente de los taxis, a pesar de que los VTC defendían su capacidad para cubrir estos picos de actividad.
Además, desde el sector del taxi presiona para que la Generalitat apruebe una nueva ley del taxi que excluya completamente a los VTC. Según Élite Taxi, organización que lidera la lucha en defensa del taxi, esta ley podría entrar en vigor en 2025 y reforzaría la seguridad jurídica de los taxistas frente a lo que consideran prácticas abusivas e ilegales de las empresas de VTC.
Competencia desleal de las VTC: Un problema persistente
Las empresas de VTC han sido acusadas repetidamente de competir de manera desleal con el sector del taxi. Estas empresas, al operar bajo condiciones más flexibles y regulaciones menos estrictas, logran reducir costos a expensas de la legalidad y de los derechos de los conductores.
Por ejemplo, mientras que los taxistas deben cumplir estrictas normativas municipales y pagar licencias costosas, las VTC han utilizado vacíos legales y estrategias cuestionables para obtener licencias de forma masiva, lo que ha saturado el mercado. Esta sobreoferta artificial no solo precariza el trabajo de los conductores, sino que también perjudica a los usuarios, que se enfrentan tarifas volátiles y falta de regulación en los servicios.
En ciudades como Barcelona, estas empresas han intentado imponerse sin respetar las normativas locales, como sucedió en 2019 cuando Uber y Cabify suspendieron sus servicios al no poder cumplir con las exigencias de precontratación de los viajes. Estos intentos de evadir regulaciones demuestran cómo los VTC priorizan sus beneficios frente al equilibrio del mercado y la calidad del servicio.
Impacto en la movilidad: ¿Realidad o propaganda de los VTC?
Las VTC han sostenido que su ausencia genera un déficit de movilidad, especialmente durante grandes eventos. Sin embargo, este argumento ha sido refutado por el sector del taxi, que asegura que puede cubrir la demanda con una planificación adecuada. Además, la falta de regulación en las tarifas de los VTC permite que estas apliquen precios desorbitados durante momentos de alta demanda, perjudicando a los usuarios y distorsionando el mercado.
Recientemente, Cabify organizó una protesta frente a la estación de Sants colocando maletas para simbolizar las largas esperas de los viajeros, pero esto no es más que una maniobra propagandística que omite los problemas estructurales de su modelo de negocio. Es importante destacar que los problemas de movilidad urbana no deben resolverse permitiendo prácticas abusivas y monopolísticas, sino fortaleciendo el transporte público y garantizando una competencia justa.
El futuro: ¿Una nueva ley en 2025?
El sector del taxi espera la aprobación de una nueva ley de transporte en Catalunya que regule definitivamente la coexistencia con las VTC. Salvador Illa, president del Govern de la Generalitat, ha sido receptivo a las demandas del taxi.
Esta legislación debería priorizar un modelo de transporte sostenible y justo, en el que los VTC operen bajo las mismas condiciones que los taxis. Esto no solo garantizaría igualdad de condiciones, sino que también protegería a los usuarios y evitaría el caos que generan estas plataformas al operar sin control.
Conclusión: El taxi, un servicio público frente al abuso privado
La situación en Barcelona es un claro ejemplo de cómo los VTC han intentado utilizar estrategias poco éticas para ganar mercado, incluso a costa de ignorar las leyes locales y perjudicar a los usuarios. Sin embargo, el taxi ha demostrado ser un servicio esencial que cumple con regulaciones estrictas y prioriza el interés público.
Es fundamental que las autoridades refuercen las leyes y limiten la presencia de los VTC hasta que estas puedan competir bajo condiciones justas y transparentes. Permitir que estas plataformas continúen actuando sin control es aceptar un modelo de negocio que precariza el trabajo, aumenta los costes para los usuarios y desestabiliza el transporte urbano.