Uber acuerda pagar a los taxistas australianos 272 millones de dólares tras una demanda colectiva
Uber ha llegado a un acuerdo con los abogados que presentaron una demanda colectiva en nombre de los taxistas australianos, para pagarles 272 millones de dólares, en el quinto acuerdo de demanda colectiva más grande en la historia legal de Australia.
En un anuncio este mismo domingo, Maurice Blackburn Lawyers dijo que la Corte Suprema de Victoria se reuniría el lunes por la mañana para cerrar un caso que comenzó en 2019.
La demanda se presentó inicialmente en nombre del taxista de Melbourne, Nikos Andrianakis, pero creció como una demanda colectiva hasta incorporar a más de 8.000 taxistas, que acusaban a Uber de haberles perjudicado económicamente al establecer y operar sus servicios UberX en Australia ilegalmente.
El caso debía durar hasta el 17 de mayo, pero se llegó a un acuerdo, que se anunciará en su totalidad este lunes por la mañana.
El director de Maurice Blackburn Lawyers, Michael Donelly, dijo que el acuerdo histórico se produjo tras una agotadora batalla legal de cinco años.
“Uber luchó con uñas y dientes en cada punto del camino, todos los días, durante los cinco años que llevamos en marcha, intentando en todo momento negar a los miembros de nuestro grupo cualquier forma de reparación o compensación por sus pérdidas”.
«Pero en los escalones de la sala del tribunal y después de años de negarse a hacer lo correcto por parte de aquellos a quienes decimos que perjudicaron, Uber parpadeó y miles de australianos comunes y corrientes se unieron para mirar fijamente a un gigante global».
El caso contra Uber fue por pérdida de ingresos para los taxistas y pérdida del valor de las licencias adquiridas, cuando Uber lanzó servicios más baratos y convenientes, a pesar de no tener licencia.
Uber se lanzó por primera vez en Australia en Sydney en 2012, operando al margen de la ley. La ACT fue la primera jurisdicción australiana que permitió que servicios de viajes compartidos como UberX operaran legalmente en 2015, seguida poco después por Nueva Gales del Sur, antes que el resto del país.
Cuando Uber se legalizó en Nueva Gales del Sur en diciembre de 2015, el gobierno estatal añadió un impuesto de 1 dólar por cada viaje durante un máximo de cinco años para compensar a los propietarios de licencias de taxi.
