César y el látigo de Ayuso (5): 8 apellidos anarquistas

César y el látigo de Ayuso (5): 8 apellidos anarquistas
'El Beso de la Muerte'. Escultura en el Cementerio de Poblenou, Barcelona.

César y el látigo de Ayuso (5): 8 apellidos anarquistas







 

Los días 22, 23, 24 y 25 de julio de 1977 se celebraron las Fiestas Libertarias en el Park Güell de Barcelona. Fueron renombradas, pero las que nadie olvidará son las del 50 aniversario, los días 23 y 24 de julio del 2027.

Ningún relato había de lo ocurrido. Hasta que dos folios descuidados en un taxi arribaron a objetos perdidos. Documentos esenciales que publicamos y procedemos a entregar a la policía para facilitar el esclarecimiento de los hechos. Firmados por Eleuterio Martínez, son los únicos documentos que tratan todos los aspectos de unos acontecimientos difíciles de entender.

Gualberto no parecía tener 78 años, aparentaba una gozosa juventud de unos 50. Se le había contratado para rememorar aquel legendario concierto durante las Jornadas Libertarias de 1977. Le acompañaban algunos sobrevivientes de Smash y a un sitar que le unía al arte jondo pasando por Benarés.

El disfraz de San Pedro era como mínimo llamativo: Era calcado a Agustín García Calvo. Sin embargo, el que daba totalmente la nota era Dios que, convertido en Fernando Fernán Gómez cantaba más que una almeja putrefacta. Si hubiera ido del Juez Calatayud nadie se habría percatado de que ambos ya no andaban entre los vivos. Fueron rodeados prontamente por un control “rutinario “ de la CNT:

”A ver, papeles”.
”Cómo que papeles, ahora los anarquistas somos de la Guardia Civil. ”Ahí estuvo astuto Fernán Gómez, y por supuesto Dios sale sin papeles aunque conduzca un Porsche.

Taxi Genis andaba con la mosca detrás de la oreja porque estaba harto de tanto actorzuelo con pretensiones de ser anarquista. Y este imbécil se creía director de cine y casado con Emma Cohen. El profesor Francesc Boldú sabía cómo tratar con estos gamberros. Había dado clases en el Institut Torras i Bages de Can Serra en la ciudad precursora del cine quinqui, Hospitalet.

”Señores, algo no cuadra. ¿No estarán ustedes intentando boicotear nuestros festejos?.” Aquí fue San Pedro García Calvo el que lo rebatió:

”Amigo, sabemos que la gente rellena ese ‘tiempo vacío’ (lo remarcó) para dar sentido a sus vidas. ”Coño, pensó Boldú, este García Calvo no cambia el discurso ni muerto. ”Señores, tendremos que hacer unas preguntas dada la situación de sospecha en que nos hayamos: Frase favorita de Proudhom. Diganla si son anarquistas”.

Dios Fernán Gómez contestó rápido: ”La propiedad es un robo”.

Boldú se estaba convenciendo a pesar de la falta de lógica. “Hábleme del Mayo Francés. Qué pasó?. ”Dios Fernán Gómez fue resolutivo: ”Aquello fue una pijada. Cuentan que Cohn Bendit se lució porque en la reforma no se hablaba de sexualidad. Luego lo de los “adoquins” y que arrancándolos se encontraba la “plaje”. Tonterías de niñatos. ”Francesc Boldú acabó convencido tras aguantar tanto malcriado en Can Serra. Los dejaron pasar después que le dijera que “la religión, según Mijail Bakunin, es el derrumbamiento absoluto del sentido común y de toda razón humana. ”Le citó la pagina 92 De Dios y el Estado, su obra más odiada.

Dios buscaba al cabrón de Durruti. Tras escapar de la muerte eterna se había aficionado a robar un banco cada tres días. Ponía a la CNT cómo sindicato estrella gracias a esta financiación. Y es que Dios, y también San Pedro preferían a UGT. Más tragones si, pero creían en los preceptos eclesiásticos. Aunque el Papa pensaba sólo en el fútbol y secretamente en las mujeres, sus amigos de UGT lo apoyaban mientras hubieran gambas pendientes de sus expertos dedos peladores.

Un viejo, entre el público, no paraba de gritar que interrumpieran el concierto.

”Ese no es más que un impostor. Yo soy Gualberto. ”Detrás de él venían Lole y Manuel y Las Niñas.

Pepe Ribas los conocía. Habló con ellos. Era Gualberto, no cabía duda. Bien conocía a los Smash, estuvo con ellos cuando lanzaron la furgoneta por el acantilado cuando mandaron todo a la mierda. Albert Álvarez, que estaba al lado, intuyó lo que ocurría. Alguien de Madrid quería sabotear la conmemoración del Woodstook español. Y ese culo, perfecto, respingón, la delataba.

Isabel Díaz Ayuso los vio venir cabreados, así que disolvió al instante a los nuevos “Smash”. Abrió de inmediato el sitar y sacó las 6 serpientes que, hartas del calor y aún más hasta las narices del sonido de mierda de su música pro-india, se abalanzaron sobre las primeras filas del público que impidieron la llegada de Pepe Ribas y los hombres de Élite que clamaban justicia entre el desbarajuste de la fiesta anarquista.

Los hombres de Uber, como Garrido, a la batería, abrieron los instrumentos para soltar cientos de ratas de alcantarilla e inundar las Fiestas Libertarias de peste bubónica. El guitarrista era de la Asociación de la Competencia y dijo que “o me pagáis el bolo o no me voy”. Un tío con dos pelotas con las piedras que estaban cayendo. No sólo no cobró, también conoció las excelentes Urgencies del Clínic. Le pagaron con la compañía de unas excelentes enfermeras y una transfusión de sangre. Dejó la música pero no dejó Competencia: ”No damos golpe y cobramos bien”.

Antes de salir por piernas. Ayuso dio una explicación de su presencia:

”No quise perderme vuestra reivindicación rider. Yo soy anarco-capitalista. Sin reglas para la usura. Sin control de nuestras inversiones y con bula para el blanqueo de capitales. Vosotros pedís vuestra libertad y yo pido la mía. Y como fuisteis en el 77 a solicitar la libertad de todos los presos, supongo que ahora pediréis lo mismo por mi libertad y anarquía”. Los abucheos fueron inmediatos.

Luego sacó el látigo fabricado en China con patente francesa, su cualidad más notable era desprender cabezas. Era una “guillotine”. Admiradora de Robespiere, comenzó la escabechina. Los gritos se interrumpieron por falta de gargantas. El terror duró más tiempo. Lo que tardó en llegar al dragón. Allí se hizo fuerte y se agarró consistentemente con el látigo mientras con los tacones pataleaba a anarquistas riders y a taxistas invitados.

Lo que no esperaba era la llegada de César encima de “Siete Leguas“, el jabalí que más estimaba. Y es que había llegado tarde por retrasos en el vuelo, que con el AVE ya estaría aquí hace un buen rato.

Taxi Genis veía los acontecimientos desde el montículo tras depositar una moneda de 1 euro en el telescopio para turistas ávidos de buenas vistas. Lo vio claro y mandó disparar la ametralladora que había sobrevivido tras enfrentarse a los aliados en el desembarco de Normandía. Boldú y Ribas comenzaron la balacera. Cada bala pesaba 230 gramos. Los alemanes eran serios y resolutivos. No había que sopesar nada, que ya habían pensado de jóvenes, era el momento de la acción. Eran anarquistas con bomba en mano. Así que la accionaron y comenzó a repiquetear.

No contaban con que Dios ahora era pacifista y que ansiaba un aeropuerto a su nombre como John Lennon. El de New York a poder ser, que Kennedy tenía aeropuerto y vela permanente en el cementerio. Por ello impidió que cazaran a Díaz Ayuso. Porque era como una Virgen María. Se interpuso en el camino de las balas lanzándose como Santillana en una bonita plancha acrobática. Por ello los anarquistas mataron a Fernán Gómez, que era Dios. Se cumplía lo de ni Dios ni Rey. ¿Eran los anarquistas los únicos españoles serios?. CNT cumple, UGT come gambas.

Mientras los sobrevivientes comenzaban un amplio debate, Díaz Ayuso inició la huida por la calle Larraz. El taxi en la parada era del Baena. San Pedro veía complicado volver al cielo sin su jefe. Además se había dejado el mando de la puerta.

“A ver, jovencito. ¿No hay aquí en Barcelona un cementerio con la estatua del Diablo?”.

“Sí, el cementeri del Poblenou, al costat, perdón, cerca del MacDonalds. ”Baena estaba intrigado, aunque no reconocía a Díaz Ayuso.

Era la 1 de la madrugada. Baena esperó con el taxímetro puesto. Tenía la radio encendida. Comentaban los graves sucesos del Park Güell. Vio una llamarada. Ahí, junto a una luz roja envolviendo a Díaz Ayuso estaba feliz Friedrich Nietzsche, el tipo que había pronosticado la muerte de Dios. Con una botella de Rioja, celebrándolo más que la muerte de Franco.

La estatua dedicada al Diablo comenzó a parlotear mientras Baena lo grababa con el móvil para que luego no lo tomaran por loco.

“Tanta omnibondad, omnisapiencia y omnipotencia reunidas han llegado a su fin. La extensión colosal de los males y la inevitabilidad de los sufrimientos, llevados hasta el horror se han terminado. Dios ha muerto defendiendo a Ayuso de los enemigos de la libertad de empresa, la libertad de explotación”.

“Nos hicieron la faena sucia. Ahora manda Satán. No somos ni mejores ni peores. Es cuestión de tempo. ”Baena vio cómo accionaban el metrónomo para un nuevo tiempo, pero tenía la impresión que Dios y el Diablo eran la misma persona como Franco y El Emérito.

Entretanto, las tropas de Élite entraban por Llacuna mientras otros lo hacían en contra dirección desde el McDonald. 2000 taxis junto a cientos de riders y el ejército celestial dirigido por Agustín Garcia Calvo. Las puertas del cielo se habían abierto después de que el mando se hubiera encontrado en unas bragas de una alemana esparcido entre los matorrales. San Pedro no perdía el tiempo.

César, subido a Siete Leguas, mandó pasar el Rubicón por encima de la Ronda del Litoral. Albert Álvarez decretó arrasar con su ejército a los que, basándose en la superstición, seguían subyugando y esclavizando por el salario del miedo.

Ayuso desplegó su látigo. Ella no era más que un peón en el juego de ajedrez que el Diablo estaba ganando.